A lo largo de la vida hay
momentos y situaciones difíciles que te producen dolor y te desequilibran
emocionalmente, y aunque en ocasiones surgen como consecuencia de tus
decisiones y acciones, muchas veces son cosas que están fuera de tu control y
simplemente ocurren, como es el caso de la etapa crítica que enfrenta el mundo
actualmente debido a la pandemia.
Normalmente, cuando algo malo
sucede y provoca tristeza, malestar, aflicción, molestia, frustración o
cualquier otra emoción difícil de manejar, lo que se suele hacer es ir en busca
del apoyo de los amigos, de la familia, la pareja o algún ser querido. Y muchas
veces, algo tan simple como un abrazo, una sonrisa y la compañía hacen que el
ánimo mejore y todo se vea más claro.
Sin embargo, las condiciones
actuales de aislamiento dificultan ese contacto. Precisamente en estos momentos
en los que sería tan necesario dar y recibir un abrazo, no se puede hacer. Así
que hay que encontrar otras formas de lidiar con las emociones que surgen en
esta etapa incierta, primero por ti mismo y luego con el apoyo a distancia de
tus seres queridos.
Para afrontar esas vicisitudes
por ti mismo, te pueden ser de gran ayuda las Cuatro Nobles Verdades del
Sufrimiento que surgen de la filosofía budista, ya que te enseñan a lidiar con
el dolor para evitar el sufrimiento y a mantener la esperanza a pesar de la
incertidumbre. Dichas verdades son las siguientes:
1. Toda existencia es
sufrimiento
2. El origen del sufrimiento
es el anhelo
3. El sufrimiento puede
extinguirse al extinguir lo que lo causa
4. Para extinguir la causa del
sufrimiento hay que practicar el Noble Camino Óctuple
Entendimiento correcto. Es necesario
comprender que nada es permanente, pues todo en la vida es fugaz y perecedero;
todo va y viene, todo tiene un inicio y un final.
Pensamiento correcto. Debes enfocar tus
pensamientos hacia lo positivo, ya que éstos determinan cómo es tu vida.
Recuerda que eres lo que piensas.
Discurso correcto, palabra recta. Evita los
engaños y las mentiras; dirígete siempre a los demás con la verdad.
Acción correcta. Actúa sin dejar de lado
tus emociones; procura que tus actos estén guiados por la bondad, el respeto y
la humildad, cualidades que te dan equilibrio y paz, lo que se traduce en menos
sufrimiento.
Medios de vida correctos. Tu profesión u
ocupación, tu comportamiento y tus acciones deben estar orientados siempre a
hacer el bien.
Esfuerzo correcto. Debes tener claro que nada
se obtiene sin esfuerzo, así que tendrás que invertir tus energías y esperanzas
para sentirte realizado, completo y afortunado.
Atención correcta. Recuerda que a lo que le
das tu atención, crece. ¿Qué quieres hacer crecer en ti y para ti? Entrena tu
mente para que elija sabiamente a lo que le pone atención sin perder su
objetivo ni su humildad.
Concentración correcta. Este punto se
refiere a la práctica de la meditación, pues es un modo de liberarte,
equilibrar tus emociones, aclarar tus pensamientos y calmar tu mente. Una mente
en calma alivia las preocupaciones y apaga los sufrimientos.
En pocas palabras, los
principios budistas te invitan a relacionarte con tus emociones abiertamente,
hacerlas conscientes, reconocerlas, aceptarlas, procesarlas para liberarlas y,
finalmente, dejarlas fluir para seguir con tu camino.
Reconoce las emociones
negativas como parte de tu existencia, no las niegues, las rechaces ni las
escondas, acéptalas y déjalas ser, pero nunca te estanques en ellas. Comprende
que son cambiantes y no puedes controlarlas, pero sí puedes controlar la forma
en que reaccionas ante ellas, la manera en que las afrontas y también puedes
elegir superarlas para lidiar con el dolor sin caer en el sufrimiento.
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