Los ciudadanos debemos
quedarnos mucho más tiempo en casa con el fin de contener la propagación de la
pandemia del coronavirus.
Esta situación sanitaria y
social no tiene precedentes y además es global. Esto hace que sea un acontecimiento
vital muy estresante para la ciudadanía. Para muchos estar confinados en casa
todo el día sin poder salir o limitar su interacción social puede generar
ansiedad, pensamientos negativos, tristeza o sensación de soledad. La
incertidumbre sobre nuestro futuro más inmediato, más allá del miedo al
contagio de nosotros mismos y de nuestros seres queridos, agrava el
afrontamiento de esta situación.
¿Qué puedes hacer para cuidar
nuestras emociones?
Identifica los pensamientos
que te generan malestar. Existe una directa relación entre nuestros
pensamientos y nuestras emociones. Los primeros condicionan cómo nos sentimos.
En el contexto actual cualquier noticia que leemos o escuchamos sobre el
impacto del coronavirus activa nuestros pensamientos negativos y con ello que
nos sintamos más angustiados y tristes. Ser conscientes de esta relación es el
primer paso para controlar nuestras emociones.
Reconoce tus emociones,
acéptalas y compártelas. En estos momentos es importante que reflexionemos
sobre cómo nos sentimos. Actuar a tiempo es importante para no entrar en un
círculo vicioso del que nos cuesta más salir.
Si lo necesitas, comparte tu situación con familiares, amigos, etc., ya
que pueden ser una fuente de apoyo social y emocional necesario en estos momentos.
Mantén una actitud optimista y
objetiva. Sabemos que esta situación es complicada, pero eres fuerte y capaz de
superarla.
No trivialices ni magnifiques
el riesgo de contagio. Es cierto que las personas con más de 65 años son más
vulnerables ante el coronavirus, pero aplicando todas las recomendaciones de
higiene y aislamiento social, el riesgo se reduce significativamente.
Obsesionarse no es la mejor manera de afrontar esta situación.
Apóyate en tu familia y tu
entorno. Si necesitas ayuda, ellos pueden hacer la compra por ti y traértela a
casa, acercarse a la farmacia… Si necesitas hablar, no dudes en compartir tus
dudas con ellos. De hecho, te aconsejamos que mantengas un contacto regular con
ellos a través de llamadas telefónicas o internet. La comunicación es muy importante,
aunque no nos podamos ver cara a cara.
Contrasta la información que
recibes y que compartes. La infoxicación (exceso de información) puede ser
contraproducente, especialmente para quienes viven estos momentos con mayor
ansiedad. Por internet circulan muchos bulos en relación al coronavirus. Si
quieres estar informado presta atención a los consejos e información que
ofrecen los medios oficiales o científicos, como el Ministerio de Sanidad,
Organismos Oficiales, Colegios Profesionales Sanitarios o la Organización
Mundial de la Salud.
Procura mantener una rutina
diaria. Trata de mantener lo máximo que puedas tu rutina diaria: vístete,
aséate, etc. Además, es un buen momento
para hacer aquellas cosas que te gustan pero que por falta de tiempo no puedes
realizar en tu vida cotidiana.
Mantén una dieta equilibrada.
Estando en casa vas a moverte menos y vas a practicar menos ejercicio, lo que
implica que debes seguir cuidando tu dieta.
Si te contagias de
coronavirus, no tengas miedo. No te alarmes innecesariamente. La mayoría de las
personas que se contagian, se curan.
Además, también existen
profesionales de la psicología que hacen terapia online. Esta es una
alternativa eficaz para poder hacer frente a los sentimientos negativos durante
este periodo de confinamiento.
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