Protégete, también en
vacaciones.
Sigue lavándote las manos con
frecuencia, mantén la distancia de seguridad cuando estés con otras personas y
usa la mascarilla. E infórmate de las restricciones y medidas de protección
específicas del destino en el que te encuentres.
Busca lugares abiertos.
Los lugares cerrados implican
mayor facilidad de transmisión del virus. Y si acudes a playas o piscinas,
respeta siempre los aforos, distancias y normas establecidas.
Cuida tu mascarilla cuando
apriete el calor.
Procura secar regularmente el
sudor de tu rostro para evitar que la mascarilla se humedezca muy rápido y
cámbiala más a menudo.
Bebe líquido de forma
abundante.
Dado que la mascarilla puede
aumentar la sudoración, la sensación de calor y los riesgos que este comporta,
recuerda tomar agua de forma abundante para mantener tu organismo hidratado.
Protégete del sol y evita las
horas centrales del día.
Se han de prevenir los golpes
de calor, y más ahora, que llevamos puesta la mascarilla. Para ello, siempre
que salgas de casa, usa gafas de sol, sombrero y ropa fresca, de color claro y
ligera y busca la sombra. Evita tomar el sol o hacer ejercicio físico en las
horas centrales del día.
Reaplícate fotoprotector tras
usar gel hidroalcohólico.
Si empleas gel hidroalcohólico
o te lavas las manos, vuelve a ponerte protección solar en esa zona de manos y
muñecas, para prevenir manchas y quemaduras.
Cuidado con las picaduras de
mosquitos.
Prescinde de colonias o
jabones con aromas demasiado dulces, ya que atraen la atención de los
mosquitos. Llevar encima un producto para después de las picaduras evita
también las molestias y lesiones que se pueden producir por el rascado.
Presta atención a tus pies.
Es necesario utilizar un
calzado flexible y de anchura adecuada a tus pies, para prevenir la aparición
de rozaduras, callos o ampollas. Opta por los zapatos de planta acolchada o, en
su defecto, utiliza una almohadilla plantar. Usar calcetines de algodón evita
las rozaduras.
No te dejes puesto el bañador
húmedo.
Recuerda que la humedad en la
ropa tras el baño favorece el crecimiento de las bacterias que provocan la
cistitis o infección del tracto urinario, por lo que es mejor que te pongas
ropa seca cuanto antes.
Prepara un botiquín con los
productos esenciales y tu medicación habitual.
No puede faltar un termómetro,
medicamentos para la fiebre y/o el dolor, antidiarreicos, antihistamínicos y
pastillas contra el mareo. Los desinfectantes cutáneos, las gasas
esterilizadas, tijeras y esparadrapo te permitirán limpiar y curar de manera
rápida una herida.
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