ཨོཾ་མ་ཎི་པ་དྨེ་ཧཱུྃ།

jueves, 26 de noviembre de 2020

Recuperar la conexión emocional con tu familia

 


A todos nos ha pasado alguna vez de sentirnos lejos de quienes tenemos más cerca. Podemos estar a metros de distancia física, pero nuestros corazones estar lejos. Este artículo te ayudará a acercarte a quienes amas.

Hay momentos en nuestra vida en que nos sentimos solos. ¿Te ha pasado que a pesar de estar acompañado te sientes lejos de tu familia? ¿Has sentido que en las reuniones no te conectas ni te comunicas, que la relación con alguno de los miembros de tu entorno se ha erosionado?

En ocasiones los demás nos hieren y nosotros esperamos que ellos cambien, que reconozcan su error. Como el diálogo resulta difícil, la distancia se va acrecentando. Pero si nos ponemos la mano en el corazón, comprenderemos que hay asuntos que pueden ser perdonados para simplemente seguir adelante.

Por otra parte, es posible que, aunque no hayas tenido ningún conflicto concreto con alguien de tu familia, sientas que has perdido esa conexión. Esto puede deberse a que no has estado pasando tiempo con ellos debido a las exigencias del diario vivir. Es posible revertir la situación y reconectarte con tu familia. Si sigues estos consejos, verás que no es tan difícil:

Ama:

Amar significa aceptar al otro. Comprende que los demás tienen sus dificultades, defectos, limitaciones. El lazo que te une a ellos es verdadero, pero debes luchar para que ese amor no se desgaste. La aceptación es un valor esencial para que el amor sea la fuerza que esté siempre presente en tu familia.

Sé capaz de pedir perdón y de perdonar:

¿Cuántas veces nos dejamos llevar por rencores, resentimientos? Erradicarlos de tu vida es difícil, pero no imposible. La otra persona tiene derecho a equivocarse, es humano. En la medida en que nos perdonemos los unos a los otros podremos fortalecer nuestros lazos familiares e impedir que nuestro corazón se endurezca.

Ponte en el lugar de los demás:

Este punto está muy ligado al perdón, ya que cuando nos ponemos en el lugar del otro y lo comprendemos, podemos verdaderamente perdonarlo. Evitarás muchas discusiones si logras cumplir con esto. Incluso al ver a otros enojarse podrás controlar el enojo propio pasándolo por el filtro de la comprensión.

Intenta acercarte tú en vez de esperar que ellos lo hagan o que se den las circunstancias perfectas:

Acercarnos en un conflicto no significa olvidar las diferencias sino hacerlas a un lado. Si nuestro objetivo es afianzar el amor, es importante dejar a un lado el orgullo que no nos permite acercarnos. Recuerda que la verdadera fortaleza no radica en ganar las discusiones, sino en demostrar que ponemos al amor por encima del egoísmo de querer tener siempre la razón.

Busca hacer actividades diferentes a las que hacen siempre cuando se reúnen:

Cambiar de rutina ayuda mucho. Sacúdete el polvo de la costumbre y busca nuevas alternativas para poner color a tu vida en familia.

Siempre míralos a los ojos. El contacto visual con los demás nos ayuda a reconocerlos como iguales:

Por algo se dice que los ojos son el espejo del alma. Si hablamos sin mirar a los ojos será más fácil decir cosas que lastimen porque parece que nos olvidamos de con quién estamos hablando.

El contacto físico. Es primordial para estar mejor con tus seres queridos:

A cada tipo de relación habrá un contacto diferente, pero ya sean tus hijos, pareja o padres, una muestra de afecto, un abrazo, un beso, ayudará a volver a sentir ese cariño por los demás y a fortalecer los lazos.

Si te sientes desconectado de tus seres queridos, puede ser que estés fallando en alguno de estos puntos. Y recuerda que darse cuenta de los conflictos es maravilloso, es el primer paso para poder cambiar. Por otra parte, si logras hablar desde el amor, desde el corazón, con honestidad, verás resultados asombrosos. Tu relación con los demás mejorará radicalmente y si no lo logras, al menos tendrás la conciencia tranquila de haber puesto lo mejor de ti.

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