Con los cambios de
estación nuestro cuerpo experimenta ciertas alteraciones debidas a los
diferentes elementos que aparecen con la nueva estación. Sin unas defensas
fuertes, tenemos más posibilidades de enfermar, especialmente en estos momentos
críticos del año. Para aumentar las defensas es imprescindible llevar una
alimentación equilibrada y saludable y acompañar esta de ejercicio físico
regular, una buena hidratación, descansar las horas necesarias y mantener
buenos hábitos de higiene. Si a estas recomendaciones les sumamos infusiones
para subir las defensas, estaremos más que preparados para afrontar los
cambios de estación, de tiempo y el día a día, sin desfallecer en el intento.
Té verde
Esta modalidad de té es especialmente famosa por su
gran poder antioxidante. Un consumo de tres tazas al día nos ayuda a fortalecer
nuestro sistema inmune haciéndonos más resistentes a los virus y bacterias
comunes. Sin embargo, si tenemos enfermedades gastrointestinales, problemas
cardíacos, insomnio o ansiedad, o si estamos embarazadas o lactando, no
se recomienda beberlo. Como tampoco es aconsejable hacerlo cerca de
comidas, pues puede interferir en la absorción del calcio y el hierro, por lo
tanto, si sufres anemia u osteoporosis, mejor evita esta infusión.
Equinácea
La infusión de esta planta es considerada uno de los
mejores antibióticos naturales, y su capacidad para aumentar las defensas, la
hacen destacar por encima de cualquier otra. Favorece la producción de glóbulos
blancos y es perfecta para combatir virus y hongos, ayudando a nuestro cuerpo a
recuperarse de cualquier malestar. Para que resulte efectiva se debe tomar una
taza durante un mes, después, hay que hacer una pausa de tres meses e iniciar,
si lo deseas, un mes más. Sin embargo, por muchas y muy buenas que sean sus
bondades, la equinácea está contraindicada para personas con artritis reumatoide,
esclerosis múltiple o lupus; ya que puede empeorar sus síntomas. Tampoco se
recomienda a aquellos con algún trastorno del sistema inmunológico, a quienes
estén consumiendo medicación inmunosupresora o cafeína de forma excesiva, ni en
embarazadas o mujeres que estén dando el pecho.
Ginseng
Una de las virtudes más extendidas del ginseng es su
capacidad para aumentar nuestra energía, tanto física como mental. Sin embargo,
a parte de esta propiedad, también posee la de eliminar toxinas, aportar
antioxidantes y potenciar la capacidad de nuestro sistema inmunitario de
combatir virus y bacterias de forma eficaz, aumentando así las defensas. No es
recomendable tomar más de dos tazas al día; como tampoco lo es, tomarla si se
tiene insomnio o ansiedad, enfermedades vasculares o cardiacas, o si se está
tomando medicación para la diabetes. Asimismo, tampoco deberán hacer uso de
ella pacientes con hipertiroidismo e hipotiroidismo, con enfermedades autoinmunes
o quienes consuman altas dosis de cafeína u otros estimulantes.
Tomillo
Aunque es más conocida como hierba aromática para las
comidas, las infusiones de tomillo son muy beneficiosas para combatir las
infecciones respiratorias y molestias de garganta. El timol, sustancia que
contiene el tomillo, tiene importantes propiedades antibacterianas y
antifúngicas, lo que la convierte en un buenísimo aliado para nuestra salud. Su
alto contenido en hierro también ayuda a prevenir la anemia.
Romero
Al igual que el tomillo, el romero vale tanto para los
guisos como para las infusiones, y también como el primero es una planta
perfecta para luchar contra la anemia. Además, es de las mejores para combatir
problemas digestivos y es rica en vitamina C. Sin embargo, está contraindicada
para personas con úlceras estomacales, hipertensión arterial o epilepsia.
Roibos
El té roibos también es un buen aliado para reforzar
el sistema inmunitario, que al contener polisacáridos y aspalatinas también
retrasan el proceso de envejecimiento. Este tipo de tés es muy recomendable
para personas con rinitis y alergias respiratoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario