ཨོཾ་མ་ཎི་པ་དྨེ་ཧཱུྃ།

viernes, 27 de mayo de 2016

Como evitar dejar las cosas a medias





«Nada cansa más que el recordatorio constante de la tarea sin acabar»
William James (siglo XVIII)

Dejar las cosas a medias. Es un problema que muchas veces está ahí sin que nos demos cuenta pero que a la larga no va llevando al agobio más absoluto.
Entra un tema detrás de otro y distrae nuestra atención. Caer en el (mal) hábito de dejar las cosas a medias tiene grandes consecuencias sobre nuestra organización, pero sobretodo con nuestro ánimo que parece que no acabamos nada

Dejar las cosas a medias:

Divide la atención: si tienes algo a medias e intentas hacer otra cosa, tendrás un ojo en cada cosa. No podrás poner toda tu atención (lo más grande que tienes) en lo siguiente que hagas.

Es un retraso de esa tarea y de otras: dejar una tarea a medias es diferir un “problema”. Es un frente abierto que tarde o temprano volverá sobre nosotros. Y seguramente en el peor momento, y en el caso de empresas con procesos o facturaciones repetitivas volverá con la siguiente factura.

Da sensación de no avanzar: una tarea terminada es una tarea tachada que da sensación real de progreso y resultados. Muchas tareas a medias dan sensación real de bloqueo.
Aumenta el agobio: cuantas más cosas a medias pendientes, más sensación de agobio y ansiedad. Y es posible que estrés.

Impide empezar cosas nuevas: cuando cierras una puerta puedes abrir otra (proyectos…) con más confianza. Pero si tienes muchas a medio cerrar nunca te verás con la seguridad para empezar cosas nuevas. Las cosas nuevas te hacen crecer y aprender. Las viejas a medias no.
Te acostumbras a ello: como cualquier mal hábito, a base de repetirlo va creciendo en forma de espiral y acostumbrándonos a hacer las cosas así. Dentro de unos años, será todavía peor.


¿Cómo empezar a romper este mal hábito?

Empieza con un objetivo en mente
De hoy no pasa que acabo…. Es mucho más fácil terminar una tarea cuando sabes para qué es, qué buscas o para quién es. Cuando uno tiene un porqué aparecen las ganas, la intención, la tensión positiva, la sana presión por terminarlo y entregarlo.

Poco a Poco, Una sola cosa a la vez
Muchas veces nos cuesta terminar las tareas porque dividimos nuestra mente en varias cosas a la vez. Cuando tu mente está enfocada en una sola tarea es más resolutiva y eficaz, tiene más tensión, más ritmo de trabajo e intensidad. Aplica el foco, elimina opciones, aparta el ruido, céntrate… céntrate en una sola cosa. Como ya comente en alguna ocasión no hay nada tan urgente (excepto algunos asuntos de salud) que no pueda esperar media hora

Divide y vencerás
Hay tareas que por su tamaño o duración nos cuesta terminar. Dividir esas tareas en pequeñas parcelas, es una forma inteligente de trabajar. «Primero termino esta parte, luego esta otra y luego esta». Al dividir esa gran tarea en trozos ya empiezas a trabajar con un objetivo claro: ir terminándolas una a una para completarla en su totalidad.

Revisa lo que esté a medias
Muchas veces nuestro trabajo consiste en ir cargando por la vida con tareas a medio acabar. Y al final, muchas de ellas hasta las olvidamos. Coge un día a la semana para ver todas y poner delante las más urgentes, pero revisa todas, lo que la semana pasada puede esperar ahora puede que no.

Qué ocurre si dependemos de otros
A veces dependemos de que otra persona haga algo. Podemos acabar nuestra parcela en el asunto y dejarla en stand by y dedicarnos a otra pero no olvidarnos, revisar y llamar al causante en el día escogido de revisión para que no se eternice.

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