ཨོཾ་མ་ཎི་པ་དྨེ་ཧཱུྃ།

lunes, 26 de enero de 2015

Herboristería y farmacología - 6ª parte






Evolución de la literatura científica
Entre finales del siglo XIV y principios del XV, se observó la evolución de la literatura científica, desde la herboristería (en cuanto a la simple descripción de los efectos de las plantas medicinales), hacia la construcción de las bases de un sistema botánico científico. De esta forma, en 1530 Otto Brunfels publicó su obra herbarium Vivae Icones, que ilustran magníficamente plantas de la región de Estrasburgo. A su vez, el médico alemán Leonard Fuchs (1501-66), que fue profesor de medicina en Tubinga, publicó Stirpium Hitoria (1542), ilustrando los nombres griegos por orden alfabético; el género Fuchsia se ha denominado así en su honor.
En 1539 Hieronymus Bock (Tragus), describe en su obra New Kreutterbuch plantas herbáceas, arbustos y árboles clasificados de acuerdo con sus similitudes anatómicas. En 1583, el médico y botánico italiano Andrea Cesalpino (1519-1603), profesor de la Universidad de Pisa, publicó la gran obra De plantis libri XVI, donde se describe una clasificación de las plantas, e incluso su multiplicación y nutrición.
La revolución de Paracelso en las ciencias de curar
En el siglo XVI se aumentó el arsenal de medicamentos, oriundos la mayor parte de los reinos vegetal y animal, con muchas drogas procedentes del reino mineral, entre ellas las derivadas del mercurio, antimonio, arsénico, zinc, cobre, potasa, sosa y hierro, merced a la revolución operada por Paracelso en las ciencias de curar.
Paracelso (Paracelsus, 1493-1541), médico y alquimista holandés cuyo verdadero nombre era Philipp Theophrast von Hohenheim, fue el primero en valorar los nuevos descubrimientos, su personalidad y su obra superaron con mucho los límites de la Edad Media. Estudió en diversas universidades italianas y sirvió como médico militar en Venecia. Viajó luego por Europa y Oriente Medio, instalándose finalmente en Estrasburgo.

Paracelso se demostró como un adelantado a su tiempo; se le considera un precursor de la farmacología
El éxito del tratamiento por él administrado a J. Froben, editor y humanista de Basilea amigo de Erasmo, le valió ser nombrado médico municipal y profesor de medicina de dicha ciudad. Tuvo de la medicina una concepción química y biológica muy anticipada; por los remedios que introdujo se le considera un precursor de la farmacología. Describe los efectos de estos remedios en su Paramirum. La medicina de entonces aún seguía bajo la influencia de la teoría de los humores de Hipócrates, de la alquimia, e incluso del charlatanismo.

Paracelso defendió una postura contraria a todo este influjo, redescubriendo la medicina popular con buen sentido. Sus fórmulas médicas eran eficaces por muy sencillas que fueren. Se interesó en dar prioridad a la medicina por medio de plantas, y por los efectos curativos de las aguas minerales.
Paracelso fue el primero en introducir la química en la terapéutica, mediante el empleo de numerosos compuestos. Fue un reformador de la medicina, gran conocedor de las plantas medicinales. Se puede considerar que fue fundador de la quimioterapia. Durante su estancia en Estrasburgo concluyó su Herbario (Herbarius o Krauterbuch), una de sus obras más importantes, aunque también cabe destacar Gran cirugía, que ejerció considerable influencia; también fueron numerosas las ediciones del Archidoxis, manual de química paracélsica, que vieron la luz en las décadas que siguieron a su muerte.
Los padres de la farmacognosia
El mérito en el conocimiento de las drogas vegetales se debe a los padres de la farmacognosia. Valerius Cordus, de Erfurt (1515-1544) escribió varios tratados de herboristería donde se describen nuevas drogas americanas; Nicolás Monardes, de Sevilla (1493-1578), en su obra Schoenocaulon, describe también especies de ultramar; el célebre botánico francés Charles de l'Ecluse, también confeccionó formularios y artículos donde se describen efectos sobre determinados remedios. En esta época se publica en Florencia la primera farmacopea oficial: Antidotarium Florentinum, consistente en una lista de remedios y preparados medicinales.
El herbario de Mattioli
El más famoso de todos los herbarios es el que escribió el italiano Pierre André Mattioli (1501-1577) en 1544, consistente en una colección de todos los conocimientos del siglo XVI sobre plantas medicinales locales y foráneas; constituye una especie de transición entre las recopilaciones de Dioscórides y los tratados científicos sobre botánica. En 20 años se vendieron 32.000 ejemplares de su obra, convirtiéndolo en un verdadero "best-seller" del siglo XVI. Su éxito lo prueba las numerosas ediciones en Alemania, Italia y Bohemia.

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