La farmacología india
También en la India los brahmanes
primero y los sacerdotes de Buda después, ejercieron la medicina y la farmacia
en conjunto. Susruta (siglo IV d.C.) menciona 760 plantas medicinales, entre
ellas muchas tropicales, que no se introdujeron en Europa sino muchos siglos
después. En las formas farmacéuticas figuran ungüentos, infusos, maceratos,
electuarios, etc. El beleño y el cáñamo índico se empleaban como anestésicos en
las operaciones quirúrgicas. El bhang, un estupefaciente a base de cáñamo,
resultaba conocido para los antiguos arios. Susruta escribió sobre el cáñamo
indio, cannabis y beleño, para inducir la anestesia, y sobre antídotos muy
eficaces para las picaduras de serpientes venenosas.
El primer
tranquilizante moderno, fue un antiguo fármaco derivado de la raíz de la planta
Rauwolfia serpentina. El manual de medicina de Vagbhata ya presenta una
especie de narcótico, y el llamado manuscrito de Bower incluye un cántico sobre
los efectos medicinales del ajo. La cirugía estaba muy adelantada, lo cual
supone el uso de tablillas, vendajes y quizá antisépticos.
Prolongar la vida humana era un objetivo primordial de
la antigua medicina india. Para ello, la ciencia médica se esforzaba en el
máximo conocimiento de los productos medicinales (upaj). Los remedios
utilizados eran de origen vegetal principalmente. El cultivo de las plantas
medicinales estaba legislado mediante las ordenanzas del rey budista Asoka (siglo
III a.C.).
En la India, ya en el siglo III a.C., el cultivo de las plantas medicinales era una actividad regulada
Los antiguos
textos sagrados de la India establecían verdaderos rituales sobre la
recolección de las plantas medicinales; un ejemplo extraído de uno de ellos:
"solo serán recolectadas por un hombre puro y religioso, que antes habrá
ayunado como es debido. Las plantas frescas producen los mayores efectos. Sólo
se las recogerá en los lugares de difícil acceso para el hombre, en suelo
fértil, con una favorable evacuación para las aguas, donde no haya ni templos
ni lugares sagrados, ni tampoco cementerios. La propia planta deberá estar bien
enraizada, alimentada de agua; según la hora lo mismo estará expuesta al sol
que protegida por la sombra y orientada al Norte".
Muchas drogas procedentes de la india son hoy día
irremplazables en medicina, figurando en los formularios de todos los países
occidentales. Algunos de estos productos son especies tan conocidas como la
pimienta, jengibre, alcaravea, clavo, nuez moscada, resina de Benjuí, cáñamo,
aceite de ricino, áloe, y un largo etcétera.
La variada materia médica china
La materia
médica de la antigua China era variadísima; además de la acupuntura, inventada
y ampliamente aplicada en China, la farmacología constituía lo más importante
de la antigua medicina china. Comprendía productos vegetales como el jengibre,
acónito, raíz de granado, ruibarbo, opio, etc., y minerales como el mercurio,
azufre y arsénico. Las formas farmacéuticas eran también muy variadas,
exceptuando, sin embargo, los jarabes y melitos.
Entre su variada materia médica, La farmacología y la acupuntura constituían lo
más importante de la medicina china
La obra de
farmacología china más antigua es el compendio titulado Pen tsao kang-mou,
no concluido en su forma definitiva; está atribuido a una codificación ordenada
por el emperador Shemmeng, 2697 años a.C. y publicado hacia 1597. Contiene 8160
fórmulas, que se preparaban a base de 1871 sustancias, principalmente
vegetales, aunque también drogas de origen animal; este formulario nunca fue
superado por ningún otro pueblo. Esta obra iba componiéndose con el transcurso
de los siglos, basándose en la creencia de que los remedios para cualquier mal
se encontraban ocultos en la naturaleza. De esta forma, integraban la lista no
sólo los remedios activos, sino también sustancias desconocidas o no
estudiadas, a las cuales le asignaban un remedio todavía por descubrir, pero
que en base a sus creencias debería existir.
Ejemplo de lo comentado, era la
raíz mágica del Ginseng (Panax ginseng), cuyos efectos medicinales se hallaban
todavía por demostrar, y que los europeos llegaron a valorar como una droga
milagrosa, capaz de curarlo todo.
Los chinos han aportado muchas plantas y remedios a la
medicina moderna; ejemplo de ello es el alcanfor, la efedrina, el ginseng, el
té, el ruibarbo, etc. La medicina china también empleaba plantas y minerales
conocidos en la medicina occidental, como el acónito (obtención de la
aconitina), raíz del granado, arsénico, hierro, azufre o mercurio. 1000 años
a.C. ya aparecen como remedio para la disentería y diarrea el látex del opio;
el cual comenzó a fumarse solamente durante el reinado del último emperador de
la dinastía Ming (siglo XVI), tras ser prohibido el consumo de bebidas
alcohólicas.
Los antiguos formularios chinos resultan
incomprensibles desde la perspectiva occidental, cuando recurren a órganos de animales
y secreciones humanas, y sin embargo sea un pueblo que posee la vacuna
antivariólica desde hace siglos; ejemplo de esta contradicción son las recetas
a base de babas de sapo, cuerno de ciervo, pelo de tigre, carne de serpiente,
etc. contenidos en dichos formularios, junto a otras de origen vegetal, que por
el contrario no admiten hoy día dudas de su eficacia.
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