ཨོཾ་མ་ཎི་པ་དྨེ་ཧཱུྃ།

martes, 23 de diciembre de 2014

Herboristería y farmacología - 2ª parte






La farmacología india

También en la India los brahmanes primero y los sacerdotes de Buda después, ejercieron la medicina y la farmacia en conjunto. Susruta (siglo IV d.C.) menciona 760 plantas medicinales, entre ellas muchas tropicales, que no se introdujeron en Europa sino muchos siglos después. En las formas farmacéuticas figuran ungüentos, infusos, maceratos, electuarios, etc. El beleño y el cáñamo índico se empleaban como anestésicos en las operaciones quirúrgicas. El bhang, un estupefaciente a base de cáñamo, resultaba conocido para los antiguos arios. Susruta escribió sobre el cáñamo indio, cannabis y beleño, para inducir la anestesia, y sobre antídotos muy eficaces para las picaduras de serpientes venenosas.

El primer tranquilizante moderno, fue un antiguo fármaco derivado de la raíz de la planta Rauwolfia serpentina. El manual de medicina de Vagbhata ya presenta una especie de narcótico, y el llamado manuscrito de Bower incluye un cántico sobre los efectos medicinales del ajo. La cirugía estaba muy adelantada, lo cual supone el uso de tablillas, vendajes y quizá antisépticos.

Prolongar la vida humana era un objetivo primordial de la antigua medicina india. Para ello, la ciencia médica se esforzaba en el máximo conocimiento de los productos medicinales (upaj). Los remedios utilizados eran de origen vegetal principalmente. El cultivo de las plantas medicinales estaba legislado mediante las ordenanzas del rey budista Asoka (siglo III a.C.).


En la India, ya en el siglo III a.C., el cultivo de las plantas medicinales era una actividad regulada

Los antiguos textos sagrados de la India establecían verdaderos rituales sobre la recolección de las plantas medicinales; un ejemplo extraído de uno de ellos: "solo serán recolectadas por un hombre puro y religioso, que antes habrá ayunado como es debido. Las plantas frescas producen los mayores efectos. Sólo se las recogerá en los lugares de difícil acceso para el hombre, en suelo fértil, con una favorable evacuación para las aguas, donde no haya ni templos ni lugares sagrados, ni tampoco cementerios. La propia planta deberá estar bien enraizada, alimentada de agua; según la hora lo mismo estará expuesta al sol que protegida por la sombra y orientada al Norte".

Muchas drogas procedentes de la india son hoy día irremplazables en medicina, figurando en los formularios de todos los países occidentales. Algunos de estos productos son especies tan conocidas como la pimienta, jengibre, alcaravea, clavo, nuez moscada, resina de Benjuí, cáñamo, aceite de ricino, áloe, y un largo etcétera.

La variada materia médica china

La materia médica de la antigua China era variadísima; además de la acupuntura, inventada y ampliamente aplicada en China, la farmacología constituía lo más importante de la antigua medicina china. Comprendía productos vegetales como el jengibre, acónito, raíz de granado, ruibarbo, opio, etc., y minerales como el mercurio, azufre y arsénico. Las formas farmacéuticas eran también muy variadas, exceptuando, sin embargo, los jarabes y melitos.

Entre su variada materia médica, La farmacología y la acupuntura constituían lo más importante de la medicina china

La obra de farmacología china más antigua es el compendio titulado Pen tsao kang-mou, no concluido en su forma definitiva; está atribuido a una codificación ordenada por el emperador Shemmeng, 2697 años a.C. y publicado hacia 1597. Contiene 8160 fórmulas, que se preparaban a base de 1871 sustancias, principalmente vegetales, aunque también drogas de origen animal; este formulario nunca fue superado por ningún otro pueblo. Esta obra iba componiéndose con el transcurso de los siglos, basándose en la creencia de que los remedios para cualquier mal se encontraban ocultos en la naturaleza. De esta forma, integraban la lista no sólo los remedios activos, sino también sustancias desconocidas o no estudiadas, a las cuales le asignaban un remedio todavía por descubrir, pero que en base a sus creencias debería existir.
 Ejemplo de lo comentado, era la raíz mágica del Ginseng (Panax ginseng), cuyos efectos medicinales se hallaban todavía por demostrar, y que los europeos llegaron a valorar como una droga milagrosa, capaz de curarlo todo.


Los chinos han aportado muchas plantas y remedios a la medicina moderna; ejemplo de ello es el alcanfor, la efedrina, el ginseng, el té, el ruibarbo, etc. La medicina china también empleaba plantas y minerales conocidos en la medicina occidental, como el acónito (obtención de la aconitina), raíz del granado, arsénico, hierro, azufre o mercurio. 1000 años a.C. ya aparecen como remedio para la disentería y diarrea el látex del opio; el cual comenzó a fumarse solamente durante el reinado del último emperador de la dinastía Ming (siglo XVI), tras ser prohibido el consumo de bebidas alcohólicas.


Los antiguos formularios chinos resultan incomprensibles desde la perspectiva occidental, cuando recurren a órganos de animales y secreciones humanas, y sin embargo sea un pueblo que posee la vacuna antivariólica desde hace siglos; ejemplo de esta contradicción son las recetas a base de babas de sapo, cuerno de ciervo, pelo de tigre, carne de serpiente, etc. contenidos en dichos formularios, junto a otras de origen vegetal, que por el contrario no admiten hoy día dudas de su eficacia.


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