Un botiquín de plantas medicinales
Cosechar, recolectar y preparar en casa sencillos remedios caseros para las dolencias más comunes. Que pretende ser “una alternativa al abuso actual de fármacos y medicamentos.
Una guía práctica con cada planta medicinal con sus virtudes terapéuticas y características; consejos sobre cómo preparar con estas plantas los remedios para las dolencias habituales y orientación sobre cómo cultivar las plantas en casa, cómo recolectarlas en el campo y cómo conservarlas.
Las veinte plantas recogidas. Representan un amplio espectro de dolencias potenciales a las que dar tratamiento. Y de esas 20, 14 son plantas más o menos comunes en nuestros campos y bosques, y que cualquiera podría cosechar a poco conocimiento que tuviera de botánica.
Se incluyen otras más “exóticas”, pero que debido a su probada eficacia terapéutica, “convenía que estuvieran presentes en el botiquín, como la planta americana equinácea o la surafricana harpagofito”.
Entre los trastornos más comunes que pueden tratarse con estos remedios, figuran las afecciones respiratorias (gripe, faringitis…), digestivas (diarreas, estreñimiento, gases), de circulación sanguínea (varices, hemorroides), cefaleas, dolores musculares, reumatismos leves, etc.
No cabe duda de que se abusa en el empleo de medicamentos y que los botiquines convencionales están atiborrados de fármacos que apenas se utilizan y acaban caducando. Conviene por tanto explorar otras alternativas, como las que proporciona la fitoterapia.
En este contexto, se defiende que el remedio herbario presenta “mayor similitud a nuestra constitución orgánica porque sólo contiene elementos naturales, en la mayoría de los casos no generan adicción ni mucho menos efectos secundarios.
Además pueden tomarse por plazos más dilatados sin riesgo a sufrir intoxicación, suelen mostrar una mejor tolerancia y su efecto sobre la salud tiende a ser más duradero.
Pretende ser una guía que anime “a la gente a perder el miedo o la desconfianza a la elaboración y al empleo de remedios caseros .
Veinte remedios caseros
1. El anís verde actúa como tónico estomacal, favorece la digestión y calma o elimina los espasmos gastrointestinales. Es una planta que destaca por su capacidad para combatir los gases, el hinchazón abdominal, las flatulencias, el mal sabor de boca y el mal aliento.
2. La caléndula es tal vez uno de los mejores remedios de herbolario para enfrentarnos a un amplio elenco de dolencias de la piel, como picaduras de insectos, dermatitis, quemaduras solares leves, escaldaduras, rozaduras o arañazos. Además, puede ser útil para remitir la infección de oído y, como colirio, se aplica sobre ojos irritados y para los orzuelos.
3. El cardo marinado tiene como uso fundamental la protección hepática, aunque también es un buen recurso digestivo y un tónico venoso. Es un buen recurso digestivo, ayuda a abrir el apetito, combate las digestiones pesadas, la sensación de empacho y las dispepsias. Es un tónico venoso en caso de varices y hemorroides.
4. El diente de león está indicado en alteraciones hepatobiliares, dispepsias, intoxicaciones alimentarias, como un preventivo contra la formación de cálculos biliares y para favorecer la emisión de orina.
5. La equinácea es una de las mejores plantas para potenciar las defensas del organismo y prevenir las afecciones respiratorias y de otra índole. Activa la formación de leucocitos, bloquea la acción bacteriana y vírica e impide que las infecciones prosperen.
6. Al eucalipto se le atribuyen virtudes hipoglucémiantes, como apoyo a tratamientos convencionales o naturales para diabetes leve o incipiente. Hacer vaporizaciones con sus hojas es la mejor solución para combatir la congestión por mucosidad en bronquitis y otras afecciones respiratorias.
7. La gayuba es el mejor remedio herbario para combatir las infecciones del tracto urinario. Se indica, por tanto, para problemas como la cistitis o la prostatitis. Como astringente, se usa para frenar diarreas.
8. Ginkgo: las hojas de este árbol legendario constituyen el principal recurso herbario para el tratamiento de los efectos del envejecimiento a nivel vascular. Los herbolarios lo recomiendan para frenar la demencia, para aumentar el riego cerebral y ayudar a frenar la pérdida de memoria y de capacidad de concentración.
9. El harpagofito se ha convertido en uno de los más celebrados recursos herbarios para combatir el dolor. Se usa principalmente para combatir el dolor y la inflamación reumáticos, en artritis, osteoartritis de rodilla y cadera, dolor en la baja espalda y neuralgias. Su empleo permite rebajar o sustituir el consumo de cortisona y de antiinflamatorios no esteroideos, que a la larga pueden dañar las mucosas gástricas.
10. Hipérico: tiene propiedades antidepresivas con una eficacia comparable a la de los antidepresivos químicos con IMAO. Se destina al tratamiento de depresiones leves o moderadas, en depresiones incipientes, ataques de ansiedad no agudos, terrores nocturnos, estados de tristeza, palpitaciones nerviosas, insomnio y en trastornos neurovegetativos vinculados a la menopausia.
11. La malva: rebaja la inflamación de las mucosas y sirve para calmar la tos irritativa y eliminar la mucosidad. Se indica en resfriados comunes, gripes, alergias respiratorias con rinitis o sinusitis. También se utiliza en irritaciones gástricas, úlceras estomacales, diarreas y en estreñimientos leves.
12. Manzanilla: una de las plantas más consumidas y la que se tiene en la despensa con mayor frecuencia. Resulta eficaz para favorecer la digestión después de una comida copiosa o un empacho. Se impone como una ayuda a las mujeres jóvenes, por calmar los espasmos propios del periodo menstrual o del síndrome premenstrual.
13. Pasiflora: combate el insomnio puntual y es un buen relajante muscular, ya que es ideal para después de un sobreesfuerzo. Aporta un sueño reparador, aunque no hace los mismos efectos en todas las personas. Está destinada también a combatir las arritmias y las palpitaciones de tipo nervioso, los ataques leves de ansiedad, la hiperactividad nerviosa, así como la migraña.
14. El regaliz es un recurso excelente para tratar las afecciones digestivas. Tiene un gran poder endulzante y se utiliza para combatir el sabor amargo de muchas hierbas. Tiene la capacidad de hacer más fluidas las secreciones bronquiales y contribuye a desinflamar las mucosas del aparato respiratorio. Se destina también al tratamiento de inflamaciones bucales, a desinflamar los párpados y el contorno de ojos.
15. Romero: tiene un gran poder estimulante sobre el sistema nervioso central. Ayuda a combatir los estados de astenia, fatiga y como apoyo tras una convalecencia. Se le atribuye un efecto protector sobre las funciones del hígado.
16. El rusco tonifica las venas y favorece el riego sanguíneo. Trata los problemas de mala circulación periférica, como varices, flebitis, hemorroides, adormecimiento de manos, pies o piernas por la mala circulación.
17. La salvia es útil para calmar los síntomas del síndrome premenstrual, los dolores espasmódicos que acompañan al periodo y combate la debilidad y la astenia. Por vía externa, se aplica en forma de colutorio o enjuague sobre las llagas y las heridas bucales, gingivitis, estomatitis y faringitis.
18. Tilo: es un sedante apto para toda la familia que calma las palpitaciones nerviosas y las arritmias. Es un buen recurso para controlar de manera natural la tensión y se usa también para tratar el insomnio.
19. El tomillo es una planta mediterránea que se ha utilizado para los procesos gripales, la irritación de garganta y otros problemas respiratorios. Su uso también se destina a la eliminación de parásitos intestinales.
20. Valeriana: es el mejor recurso herbario para enfrentarnos a los cuadros de insomnio. Es una buena aliada para jóvenes, niños y deportistas, que mantienen una alta actividad física, ya que facilita la relajación muscular y combate las molestias por el sobreesfuerzo.
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