ཨོཾ་མ་ཎི་པ་དྨེ་ཧཱུྃ།

domingo, 21 de marzo de 2021

¿QUÉ ES LA RESILIENCIA?

 


El término resiliencia proviene del latín resilio que significa volver atrás. Este término fue adaptado para aquellas personas que, a pesar de vivir situaciones de alto riesgo, se desarrollan de forma sana psicológicamente hablando.

Podemos decir que este concepto hace referencia a la capacidad que tiene el ser humano para hacer frente a las adversidades de la vida, la manera de cómo superar y sobreponerse al dolor emocional de los acontecimientos desestabilizadores o traumas a los que la vida les expone. Este afrontamiento supone una transformación de las situaciones difíciles a algo más adaptativo e incluso positivo.

Por ello, un sujeto con buena resiliencia, se expondrá a este tipo de acontecimientos graves de una forma más sana, siendo capaz de sobreponerse y de adaptarse al suceso expuesto, saliendo de éste fortalecido y en ocasiones transformado.

La resiliencia es una habilidad que se puede ir desarrollando en cualquier etapa de la vida. Mediante procesos de aprendizaje, el sujeto puede ir adquiriendo nuevas conductas y formas de pensar. Se considera un buen momento para comenzar este aprendizaje en la niñez. La estimulación de las áreas cognitivas, conductuales y afectivas desde edades tempranas ayudará en la época adulta a la exposición de acontecimientos negativos o traumáticos.

Desarrollar una buena autoestima y una alta confianza en sí mismo y en los demás, son factores que ayudan a conseguir esta habilidad. La sobreprotección, la falta de apoyo, la huida o el evitar este tipo de situaciones son alguno de los factores negativos para el desarrollo de la misma.

¿Qué caracteriza a una persona resiliente?

         Son personas que aceptan la realidad tal cual viene, no tratan de disfrazarla o adornarla. Buscan con optimismo fórmulas que les ayuden a salir de esa situación negativa sin evitar tales circunstancias, haciéndose cargo de los problemas que conlleva.

         Su flexibilidad les permite adaptarse con facilidad a los continuos cambios que ofrece la vida.

         Generalmente son muy capaces de aislar sus emociones de los problemas, hecho que les ayuda a afrontarlos con mayor objetividad y finalmente con más eficacia en la búsqueda exitosa de soluciones. Su capacidad para controlar sus impulsos y emociones supone una característica importante.

         Poseen una motivación elevada que les ayuda a mejorar las situaciones negativas. Son sujetos con alta autoestima y una gran confianza en sí mismo y sus capacidades.

El potenciar los recursos personales y sociales de la persona ayudará a afrontar situaciones conflictivas, traumáticas o negativas. De esta manera, se conseguirá enfrentar mejor a las diferentes dificultades de la vida. Es importante destacar que todos poseemos esta habilidad, pero solo depende de nosotros su entrenamiento y desarrollo.

Este recurso personal nos permitirá desbloquearnos de lo negativo, abrir puertas nuevas y descubrir nuevas salidas ante los conflictos.  Protegernos y resurgir al igual que forjar comportamientos positivos a pesar de las circunstancias y situaciones difíciles es la grandísima ventaja de ser una persona resiliente.

“Afronta los problemas por muy difíciles que sean, recuerda que eres fuerte y capaz de todo aquello que te propongas «

“Cuando creas que algo te puede derrumbar afronta con optimismo sin mirar tus debilidades recordando siempre tus capacidades y tus éxitos, no tus fracasos «

“Apóyate en familiares y amigos, busca su ayuda, en ocasiones el proceso puede ser largo, pero nunca debes renunciar a tu objetivo de éxito «


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