El karma no
es destino, sino energía. Hay muchos factores que lo influyen, y uno de ellos
es que la fecha sea auspiciosa en el calendario tibetano. Los días auspiciosos
potencian las consecuencias positivas y negativas de cualquier acción. ¿Por qué
no aprender a sacarles partido?
¿Cuál es el
significado de los días auspiciosos budistas?
Que un día
sea auspicioso depende de dos factores:
1.
Una configuración
astrológica particular (eclipses, fases de la luna, etc.).
2.
Un
aniversario:
·
El
nacimiento, fallecimiento o logro de un maestro realizado.
·
La
conmemoración de eventos de la vida del Buddha: Saka Dawa (Vesak), Chotrul
Duchen, Lha Bab Duchen y Chokhor Duchen.
La base es
la interdependencia. Los astros y las bendiciones de los maestros hacen su
parte, pero la mente es la que juega el papel principal. Vivir una fecha como
importante la vuelve importante. En Sociología lo llaman el teorema
de Thomas:
“Si las
personas definen las situaciones como reales, estas son reales en sus
consecuencias”.
Y eso
incluye el karma, claro Un ejemplo: si alguien se casa un 30 de abril, todo lo
que haga con su pareja los 30 de abril será especial. Para el resto es un día
más, pero el viaje o la cena que hagan estarán teñidos de
simbolismo. Los vivirán con más intensidad. Serán más transformadores.
Para un meditador, los días auspiciosos hacen lo mismo, pero con la práctica.
¿Por qué
deberían importarnos estas fechas favorables?
Porque una
vida espiritual es un gran navío. Los pasajeros son todos los seres.
Necesitamos apoyo. La práctica diaria es un fiel regimiento de remeros, pero
hay muchos otros llamémoslos «Patrones Negativos», «Aflicciones»,
«Egocentrismo» e «Ignorancia» que van por su cuenta y riesgo. Mientras les
convencemos, tenemos que aprovechar cada oportunidad. Y eso es un día
auspicioso: tener, por unas horas, el viento a nuestro favor.
10 ideas
para aprovechar los días auspiciosos
1.
Hacer
un retiro de meditación en casa
Ya sea la
mañana, la tarde o incluso todo el día, lo importante es reservar unas
horas para la práctica intensiva. El retiro es físico porque
permanecemos en soledad, verbal porque mantenemos silencio y mental porque solo
nos dedicamos a la meditación.
Algunas claves para
un retiro exitoso son:
- Meditar en la calma mental y
en el amor.
- Hacer numerosas sesiones de
meditación, pero cortas (aprox. 25 minutos).
- Tomar los votos de soyong.
- Alternar las sesiones de
meditación con períodos de estudio y movimiento consciente.
- Mantener la mente enfocada en
estados virtuosos en todo momento.
- Y por supuesto, desconectar el
teléfono móvil.
El efecto
inmediato es ganar fuerzas con las que afrontar los retos
cotidianos. A largo plazo, cada retiro de meditación nos acerca al estado de
perfección.
2. Colgar
banderas de oración
Además de
bonitas, las banderas de plegaria encierran un profundo simbolismo.
Sus colores representan a los cinco Buddhas primordiales, y sus grabados
muestran mantras y dibujos auspiciosos.
Su función
es extender las bendiciones de su contenido en todas las
direcciones. Por eso se colocan en lugares altos: para que el viento las ponga
a trabajar. Y si tenemos la oportunidad, es recomendable que un maestro las
haya consagrado antes.
Es
importante generar una motivación altruista antes de
colocarlas, como: “¡Que todos los seres reciban las bendiciones del Buddha!”
(ver idea n.º 10). Eso multiplica aún más su peso kármico, y evita que nuestra
buena obra sea una mera decoración de exteriores.
3. Salvar
vidas liberando animales
Compasión
intrépida en 5
sencillos pasos:
1.
Ir
a una tienda que venda animales.
2.
Localizar
los que vayan a ser sacrificados (ej: cangrejos, gusanos para cebos).
3.
Comprar
tantos como sea posible.
4.
Recitarles
mantras o sutras.
5.
Liberarlos
en su hábitat natural.
¡Felicidades!
Acabamos de salvarles la vida y alargar la nuestra. Eso sí, debemos asegurarnos
de que no solo los liberamos en su hábitat natural (para no ser devorados
a los 5 minutos), sino también de que sean autóctonos de la zona (para
no crear una plaga). Compasión intrépida, pero con sabiduría.
4. Hacer
ofrendas
La
generosidad es la manera más rápida de acumular mérito. Y durante los días
auspiciosos, aún más. También cultiva el desapego, crea las causas para la
abundancia y hace felices a los demás. Los receptores recomendados son:
- Monjes, monjas y monasterios,
porque son los sostenedores de la enseñanza del Buddha.
- Mendigos, porque no son un
obstáculo para la generosidad, sino la oportunidad de practicarla. Puede
ser comida, limosna o algo que te sobre; lo importante es la actitud.
- El altar, porque es la
representación del Buddha, así que las ofrendas pueden ser
especialmente copiosas.
5. Recitar oraciones
Orar es
decretar una realidad. En meditación, la utilizamos para dar un sentido y
motivación correctos a la práctica. Tres de las oraciones más poderosas son:
1.
La toma
de refugio: el refugio es la base de todas las prácticas espirituales.
Recitar su oración ratifica nuestra confianza y compromiso con el mayor objeto
de refugio: el Buddha, el Dharma y la Sangha. Y si le añadimos bodhichitta,
incluimos la perfección del altruismo. Casi nada.
2.
Oración
de Samantabhadra: las estrofas de La reina de las oraciones son
la culminación de la aspiración. Recitarlas es verbalizar la intención más
noble, inclusiva y poderosa. Tanto, que los maestros sakya se reúnen
anualmente para recitarla en intensivo.
3.
Alabanza
a Mañyushri: orar al Buddha de la Sabiduría era una de las prácticas
preferidas de Gaton Lekpa, nuestro tatarabuelo espiritual. Con ella
desarrollamos inteligencia, elocuencia y memoria al tiempo que nos conectamos
con la sabiduría primordial que habita en nuestro interior.
6. Ser tan
vegetariano como sea posible
Budismo y
vegetarianismo tienen una relación estrecha. Cultivar la no-violencia y la
compasión por todos los seres implica no comérselos (o maltratarlos,
o explotarlos). Vale, no todos los budistas son vegetarianos (cada cual tiene
sus motivos). Pero la idea es que, durante los días auspiciosos, abstenerse de
comer carne y pescado y si podemos, otros productos animales es otra manera de
practicar la enseñanza del Buddha. Además, si el vegetarianismo periódico ya
ha calado en la sociedad, ¿por qué no en un practicante espiritual?
7.
Participar en un ritual
Un ritual es
una meditación grupal. Los participantes recitan la misma liturgia
(puya) y se enfocan en la misma visualización. Los hay de diferentes
tipos: sanación, eliminar obstáculos, transmitir votos… Los resultados
inmediatos son potentes: la ciencia ha demostrado que, cuando se medita en
grupo, en los alrededores hay menos violencia y accidentes.
En el Centro
Internacional de Estudios Budistas aprovechamos los días auspiciosos para hacer
la puya de los 16 arjats. Con él creamos las causas para tener acceso
siempre a los maestros y sus enseñanzas. (Aquí puedes descargarla y
recitarla con tus amigos.)
8. Recitar
los sutras
Pronunciar
la enseñanza de un ser iluminado crea un mérito muy especial, porque
cada palabra es perfecta, cada frase certera, y cada discurso libera. Además,
recitar los discursos del Buddha crea las causas para que nosotros mismos, en
el futuro, demos enseñanzas liberadoras. En el budismo mahayana, el Sutra
del corazón es tan poderoso que se recita a diario en los
monasterios. El motivo: en apenas 25 estrofas expone la profunda y liberadora
sabiduría de la vacuidad. También incluye un mantra, y un
sencillo ritual para eliminar obstáculos. (Aquí puedes descargarlo.)
9.
Circunvalar lugares sagrados
Las
circunvalaciones (koras) son el símbolo físico de tomar refugio en las
Tres Joyas. Consisten en rodear estatuas, estupas o monasterios en el
sentido de las agujas del reloj (la derecha es el lado respetuoso en Asia)
mientras se recitan oraciones o mantras y se visualiza un Buddha dentro del
edificio. Si no tenemos a mano una estupa (o similar),
podemos visualizar una y circunvalarla. Obtienes los mismos méritos
que si estuviera ahí.
Atisha, el
gran maestro indio del siglo XI, lo explicó así:
«Circunvalar
contiene las tres acciones de cuerpo, palabra y mente. Si solo te sientas y
meditas, solo tienes la acción de la mente meditando, pero no las del cuerpo o
la palabra. En términos de virtud, no hay mayor mérito que el de
circunvalar.»
10.
Transformar cada acción
La motivación
correcta dispara el peso kármico de cualquier acción,
en cualquier momento. La clave está en desear el bien a
todos los seres en cada acto. Para ello cambiamos nuestra motivación antes de
hacer cualquier acción. Algunos ejemplos son:
- Al entrar en una habitación,
pensamos: “¡Puedan todos los seres llegar a la Ciudad de la Liberación!”
- Al salir de una habitación:
“¡Puedan todos los seres salir de la existencia cíclica!”
- Al caminar: “¡Puedan todos los
seres recorrer el camino hacia la Iluminación!”
- Al dormir: “¡Puedan todos los
seres realizar el estado último de la mente!”
- Al comer: “¡Puedan todos los
seres disfrutar del alimento del samadhi!”
Y así con
todas las actividades. El único límite es lo creativos que seamos. Todo está
esperando ser transformado. Depende de nosotros aprovechar cada oportunidad.
Dedicar el
mérito
La única
manera de proteger nuestro karma positivo es compartirlo. Dedicar el mérito consiste
en desear que todos los seres se beneficien de él. Así pasa a ser parte de un
gran proyecto común: la iluminación de todos los seres. Nuestro granito de
arena deja de ser “nuestro” para ser de todos. Entonces sí, podemos estar
seguros: hemos aprovechado el día auspicioso.
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