ཨོཾ་མ་ཎི་པ་དྨེ་ཧཱུྃ།

miércoles, 14 de octubre de 2020

Ideas para potenciar tu karma en días auspiciosos del calendario tibetano

 


El karma no es destino, sino energía. Hay muchos factores que lo influyen, y uno de ellos es que la fecha sea auspiciosa en el calendario tibetano. Los días auspiciosos potencian las consecuencias positivas y negativas de cualquier acción. ¿Por qué no aprender a sacarles partido?

¿Cuál es el significado de los días auspiciosos budistas?

Que un día sea auspicioso depende de dos factores:

1.    Una configuración astrológica particular (eclipses, fases de la luna, etc.).

2.    Un aniversario:

·        El nacimiento, fallecimiento o logro de un maestro realizado.

·        La conmemoración de eventos de la vida del Buddha: Saka Dawa (Vesak), Chotrul Duchen, Lha Bab Duchen y Chokhor Duchen.

La base es la interdependencia. Los astros y las bendiciones de los maestros hacen su parte, pero la mente es la que juega el papel principal. Vivir una fecha como importante la vuelve importante. En Sociología lo llaman el teorema de Thomas:

 

“Si las personas definen las situaciones como reales, estas son reales en sus consecuencias”.

Y eso incluye el karma, claro Un ejemplo: si alguien se casa un 30 de abril, todo lo que haga con su pareja los 30 de abril será especial. Para el resto es un día más, pero el viaje o la cena que hagan estarán teñidos de simbolismo. Los vivirán con más intensidad. Serán más transformadores. Para un meditador, los días auspiciosos hacen lo mismo, pero con la práctica.

 

¿Por qué deberían importarnos estas fechas favorables?

 

Porque una vida espiritual es un gran navío. Los pasajeros son todos los seres. Necesitamos apoyo. La práctica diaria es un fiel regimiento de remeros, pero hay muchos otros llamémoslos «Patrones Negativos», «Aflicciones», «Egocentrismo» e «Ignorancia» que van por su cuenta y riesgo. Mientras les convencemos, tenemos que aprovechar cada oportunidad. Y eso es un día auspicioso: tener, por unas horas, el viento a nuestro favor.

 

10 ideas para aprovechar los días auspiciosos

 

1.        Hacer un retiro de meditación en casa

 

Ya sea la mañana, la tarde o incluso todo el día, lo importante es reservar unas horas para la práctica intensiva. El retiro es físico porque permanecemos en soledad, verbal porque mantenemos silencio y mental porque solo nos dedicamos a la meditación.

Algunas claves para un retiro exitoso son:

  • Meditar en la calma mental y en el amor.
  • Hacer numerosas sesiones de meditación, pero cortas (aprox. 25 minutos).
  • Tomar los votos de soyong.
  • Alternar las sesiones de meditación con períodos de estudio y movimiento consciente.
  • Mantener la mente enfocada en estados virtuosos en todo momento.
  • Y por supuesto, desconectar el teléfono móvil.

El efecto inmediato es ganar fuerzas con las que afrontar los retos cotidianos. A largo plazo, cada retiro de meditación nos acerca al estado de perfección.

 

2. Colgar banderas de oración

 

Además de bonitas, las banderas de plegaria encierran un profundo simbolismo. Sus colores representan a los cinco Buddhas primordiales, y sus grabados muestran mantras y dibujos auspiciosos.

Su función es extender las bendiciones de su contenido en todas las direcciones. Por eso se colocan en lugares altos: para que el viento las ponga a trabajar. Y si tenemos la oportunidad, es recomendable que un maestro las haya consagrado antes.

Es importante generar una motivación altruista antes de colocarlas, como: “¡Que todos los seres reciban las bendiciones del Buddha!” (ver idea n.º 10). Eso multiplica aún más su peso kármico, y evita que nuestra buena obra sea una mera decoración de exteriores.

 

3. Salvar vidas liberando animales

Compasión intrépida en 5 sencillos pasos:

1.    Ir a una tienda que venda animales.

2.    Localizar los que vayan a ser sacrificados (ej: cangrejos, gusanos para cebos).

3.    Comprar tantos como sea posible.

4.    Recitarles mantras o sutras.

5.    Liberarlos en su hábitat natural.

¡Felicidades! Acabamos de salvarles la vida y alargar la nuestra. Eso sí, debemos asegurarnos de que no solo los liberamos en su hábitat natural (para no ser devorados a los 5 minutos), sino también de que sean autóctonos de la zona (para no crear una plaga). Compasión intrépida, pero con sabiduría. 

 

4. Hacer ofrendas

 

La generosidad es la manera más rápida de acumular mérito. Y durante los días auspiciosos, aún más. También cultiva el desapego, crea las causas para la abundancia y hace felices a los demás. Los receptores recomendados son:

 

  • Monjes, monjas y monasterios, porque son los sostenedores de la enseñanza del Buddha.
  • Mendigos, porque no son un obstáculo para la generosidad, sino la oportunidad de practicarla. Puede ser comida, limosna o algo que te sobre; lo importante es la actitud.
  • El altar, porque es la representación del Buddha, así que las ofrendas pueden ser especialmente copiosas.

 

5. Recitar oraciones

 

Orar es decretar una realidad. En meditación, la utilizamos para dar un sentido y motivación correctos a la práctica. Tres de las oraciones más poderosas son:

1.    La toma de refugio: el refugio es la base de todas las prácticas espirituales. Recitar su oración ratifica nuestra confianza y compromiso con el mayor objeto de refugio: el Buddha, el Dharma y la Sangha. Y si le añadimos bodhichitta, incluimos la perfección del altruismo. Casi nada. 

2.    Oración de Samantabhadra: las estrofas de La reina de las oraciones son la culminación de la aspiración. Recitarlas es verbalizar la intención más noble, inclusiva y poderosa. Tanto, que los maestros sakya se reúnen anualmente para recitarla en intensivo.

3.    Alabanza a Mañyushri: orar al Buddha de la Sabiduría era una de las prácticas preferidas de Gaton Lekpa, nuestro tatarabuelo espiritual. Con ella desarrollamos inteligencia, elocuencia y memoria al tiempo que nos conectamos con la sabiduría primordial que habita en nuestro interior.

 

6. Ser tan vegetariano como sea posible

 

Budismo y vegetarianismo tienen una relación estrecha. Cultivar la no-violencia y la compasión por todos los seres implica no comérselos (o maltratarlos, o explotarlos). Vale, no todos los budistas son vegetarianos (cada cual tiene sus motivos). Pero la idea es que, durante los días auspiciosos, abstenerse de comer carne y pescado y si podemos, otros productos animales es otra manera de practicar la enseñanza del Buddha. Además, si el vegetarianismo periódico ya ha calado en la sociedad, ¿por qué no en un practicante espiritual?

 

7. Participar en un ritual

 

Un ritual es una meditación grupal. Los participantes recitan la misma liturgia (puya) y se enfocan en la misma visualización. Los hay de diferentes tipos: sanación, eliminar obstáculos, transmitir votos… Los resultados inmediatos son potentes: la ciencia ha demostrado que, cuando se medita en grupo, en los alrededores hay menos violencia y accidentes.

En el Centro Internacional de Estudios Budistas aprovechamos los días auspiciosos para hacer la puya de los 16 arjats. Con él creamos las causas para tener acceso siempre a los maestros y sus enseñanzas. (Aquí puedes descargarla y recitarla con tus amigos.)

 

8. Recitar los sutras

 

Pronunciar la enseñanza de un ser iluminado crea un mérito muy especial, porque cada palabra es perfecta, cada frase certera, y cada discurso libera. Además, recitar los discursos del Buddha crea las causas para que nosotros mismos, en el futuro, demos enseñanzas liberadoras. En el budismo mahayana, el Sutra del corazón es tan poderoso que se recita a diario en los monasterios. El motivo: en apenas 25 estrofas expone la profunda y liberadora sabiduría de la vacuidad. También incluye un mantra, y un sencillo ritual para eliminar obstáculos. (Aquí puedes descargarlo.)

 

9. Circunvalar lugares sagrados

 

Las circunvalaciones (koras) son el símbolo físico de tomar refugio en las Tres Joyas. Consisten en rodear estatuas, estupas o monasterios en el sentido de las agujas del reloj (la derecha es el lado respetuoso en Asia) mientras se recitan oraciones o mantras y se visualiza un Buddha dentro del edificio. Si no tenemos a mano una estupa (o similar), podemos visualizar una y circunvalarla. Obtienes los mismos méritos que si estuviera ahí.

Atisha, el gran maestro indio del siglo XI, lo explicó así:

«Circunvalar contiene las tres acciones de cuerpo, palabra y mente. Si solo te sientas y meditas, solo tienes la acción de la mente meditando, pero no las del cuerpo o la palabra. En términos de virtud, no hay mayor mérito que el de circunvalar.»

10. Transformar cada acción

 

La motivación correcta dispara el peso kármico de cualquier acción, en cualquier momento. La clave está en desear el bien a todos los seres en cada acto. Para ello cambiamos nuestra motivación antes de hacer cualquier acción. Algunos ejemplos son:

  • Al entrar en una habitación, pensamos: “¡Puedan todos los seres llegar a la Ciudad de la Liberación!”
  • Al salir de una habitación: “¡Puedan todos los seres salir de la existencia cíclica!”
  • Al caminar: “¡Puedan todos los seres recorrer el camino hacia la Iluminación!”
  • Al dormir: “¡Puedan todos los seres realizar el estado último de la mente!”
  • Al comer: “¡Puedan todos los seres disfrutar del alimento del samadhi!”

Y así con todas las actividades. El único límite es lo creativos que seamos. Todo está esperando ser transformado. Depende de nosotros aprovechar cada oportunidad.

Dedicar el mérito

 

La única manera de proteger nuestro karma positivo es compartirlo. Dedicar el mérito consiste en desear que todos los seres se beneficien de él. Así pasa a ser parte de un gran proyecto común: la iluminación de todos los seres. Nuestro granito de arena deja de ser “nuestro” para ser de todos. Entonces sí, podemos estar seguros: hemos aprovechado el día auspicioso.

 

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