Parnashavari
Parnashavari (Tib. Loma Gyonma) es una diosa curativa
que elimina las enfermedades contagiosas y epidémicas. Su nombre significa
"vestida de hojas" y encarna nuestra conexión con la naturaleza y los
métodos naturales de curación. Ella es un ejemplo de una deidad popular india
absorbida en el budismo tántrico, donde está conectada con el Buda Amoghasiddhi
y las actividades iluminadas de los budas.
Según la visión budista, hay un poder curativo en el
universo que se puede canalizar a través de las habilidades del sanador. El
poder curativo de Parnashavari se invoca a través de la meditación, los
rituales o el canto del mantra de la diosa. Como encarnación de una de las
veintiuna Taras, es conocida como "Parnashavari en la soledad de la
montaña, que elimina las enfermedades contagiosas" (Tib. Rimne Selwe Ri
Throd Loma Gyonma ).
Muy a menudo, la diosa es retratada en color amarillo
o naranja, con expresión semi-iracunda. También hay formas iracundas más raras
en color azul, negro, verde o rojo. Su forma más popular es con tres caras
(amarillo, blanco y rojo); cada una de las tres caras tiene tres ojos. Este
formulario tiene seis manos. En sus tres manos derechas, sostiene un vajra en
el corazón, una flecha a modo de golpe y un hacha pequeña, y en la izquierda:
un lazo vajra, un arco y un loto o una rama de árbol.
Se cree que su lazo atrae a los demonios de las
enfermedades, su hacha corta sus corazones y su arco y flecha desvía su fuerza
viviente. El vajra en su mano simboliza su poder indestructible y su
conciencia de la naturaleza ilusoria de los fenómenos. El verdadero sanador,
según las creencias budistas, debe ser capaz de reconocer la naturaleza
ilusoria de las enfermedades y eliminarlas.
En la tradición india, Parnashavari se representa en
postura de loto (padmasana). En imágenes tibetanas, ella aparece en una
postura completamente diferente: su pierna derecha está doblada hacia el
cuerpo, por lo que su talón presiona su pelvis y su rodilla se apoya contra el
piso. Su pierna izquierda está doblada en la rodilla, con un pie en el suelo.
El objetivo de esta postura yóguica es dirigir la energía vital al área pélvica
y desde allí a través de la columna vertebral. Según la tradición del yoga
tibetano, esto despierta poderes curativos en el cuerpo y conduce a un estado
superior de conciencia.
Parnashavari.
No hay comentarios:
Publicar un comentario