ཨོཾ་མ་ཎི་པ་དྨེ་ཧཱུྃ།

lunes, 15 de octubre de 2018

Budismo y ecología




Por la Vida.

El budismo afirma que las personas son inseparables de la naturaleza. Que todos somos un solo ente, grande y poderoso, y que por eso debemos extender el respeto más allá de las personas y de nosotros mismos.

Siendo famosa por su atención al mindfulness y a la acción individual, la filosofía budista nos lleva a pensar que la solución a grandes crisis globales (como el cambio climático) empieza dentro de cada uno de nosotros.
Para transformar el mundo, debemos empezar transformándonos a nosotros mismos.
Si bien la pregunta que se suele hacer en las prácticas budistas es “cómo debo vivir en este mundo”, también podemos preguntarnos “cómo puede el planeta sobrevivir a la avaricia de diez billones de personas”.
Es aquí donde el budismo se presenta como una alternativa y opción para emprender acción medioambiental. Y es que, en nuestra obsesión por tener más y más cosas, los humanos parecemos haber adoptado una actitud agresiva hacia la naturaleza y sus recursos.

Esto ha resultado, como podemos observar, en una grave deterioración del planeta: los recursos se agotan, los espacios se contaminan y las especies se extinguen.
Son muchos los budistas que afirman que la polución que vemos en el medio ambiente tiene origen en la polución que sufrimos por dentro, como personas. ¡Muy al estilo del Retrato de Dorian Gray, vamos! Por lo que si queremos proteger el planeta, tendríamos que adoptar un estilo de vida que empezara respetando nuestro propio bienestar –algo que eventualmente se extendería al bienestar del propio planeta.

Con la filosofía que se difunde en el budismo, basada en el respeto, la apreciación de la naturaleza, la confianza, la simplicidad, la humildad y el cuidado de todo aquello que nos rodea, podemos adoptar esa tan-necesaria nueva mentalidad que puede salvar aún nuestro planeta.

Ya decía el Dalai Lama:

“Debemos desarrollar una sensación de responsabilidad universal –no solo en el sentido geográfico, sino también respecto a distintas causas que confrontan nuestro planeta. La responsabilidad no solo recae en los líderes de nuestros países o en aquellos que han sido elegidos para un trabajo en particular”.

La responsabilidad cae en todos. Igual que el poder de cambio.
Muchas personas no budistas también creen que el egoísmo de nuestra sociedad es la que nos ha llevado a la actual crisis ecológica.
Sea como sea, siendo conscientes del daño que la humanidad ha creado en el planeta (con nuestra dieta, nuestras prendas, nuestro consumo, nuestros malos hábitos…), podemos empezar el viaje a la curación.

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