Hoy comienza el verano, una de las estaciones
más deseadas para algunos ya que todos no pensamos lo mismo y que nos recuerda
al buen tiempo, la playa y las vacaciones. Es la época en la que solemos tener
más tiempo libre, y donde nunca faltan las escapadas.
Algo que te puede interesar:
Como ocurre en el inicio de todas las estaciones, el comienzo
del verano varía en función del año. Normalmente el verano comienza
entre el 20 y 21 de junio en el hemisferio norte, y entre el 20 y 21 de
diciembre en el hemisferio sur, sin embargo, ¿cuándo comienza el verano 2017?
El verano 2017 comienza exactamente el 21 de junio a
las 06:24 horario
oficial peninsular según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional. Durará
hasta el 22 de septiembre, momento en que comience el otoño después
de 93 días y 15 horas.
¿De qué depende el inicio del verano
2017?
Como ya hemos comentado, cada año varía el inicio de
las estaciones, y todo es debido al momento en que la Tierra se encuentra
en una determinada posición alrededor del sol. Este año el solsticio de
verano tiene lugar el 21 de junio, es decir será el momento en que el eje
de la Tierra estará lo más orientado hacia el Sol.
Este verano 2017, durante el día el cielo
estará dominado por Venus, mientras que por las tardes serán visibles
Júpiter y Saturno durante toda la estación.
En cuanto a los fenómenos astronómicos del
verano, tendremos dos eclipses en agosto, el 7 de Luna y el 21 de Sol.
Además, un año más, alrededor del 12 de agosto, podremos disfrutar de la lluvia
de las Perseidas, una de las lluvias de meteoros más populares por ser
especialmente intensa y en una época donde el buen tiempo favorece su
visibilidad.
El
21 de junio, momento en que comience el verano, el sol estará al mediodía en el
punto más alto del cielo y será también el día más largo del año, pudiendo disfrutar de muchas horas
de luz. Por ejemplo, en la capital Madrid saldrá el sol a
las 6:45 y se pondrá a las 21:48. En Barcelona serán de los primeros en
ver salir el Sol, ya que lo hará a las 6:18, aunque también se meterá un
poco más pronto, a las 21:28.
Por
último, destacar que en esta época tiene lugar el máximo alejamiento anual (afelio) entre la Tierra y el
Sol, unos cinco millones de kilómetros más de distancia que en
enero, momento en que la distancia alcanza el mínimo anual (perihelio). Por lo
tanto, nuestro planeta está más caliente cuando más alejados estamos del Sol.
¿Curioso?
Precauciones que debemos tener en cuenta en verano.
El
calor, las vacaciones y el cambio de actividad exigen una serie de precauciones
a tener en cuenta en verano. Se trata de evitar riesgos como intoxicaciones
alimentarias, deshidrataciones, cortes de digestión, ahogamientos, picaduras...
Aunque
hay que cuidar la salud de toda la familia, determinados grupos de riesgo, como
los lactantes, los niños y los ancianos, exigen atenciones especiales. Son más
vulnerables al calor
y las altas temperaturas y, por ello, hay que extremar las precauciones a tener en cuenta en verano.
También
las personas que desarrollan una actividad física destacada deben tomar medidas
adicionales para que el calor no les repercuta negativamente. Y, por otro lado,
determinados enfermos crónicos o personas que toman medicación han de controlar
más que nunca su estado de salud en la época estival.
Los
humanos aguantamos temperaturas por encima de los 41º C, aunque no de forma muy
prolongada. En principio, el organismo tiene una serie de recursos que le
ayudan a mantener de forma constante la temperatura corporal y, llegado el
caso, a eliminar el calor
excesivo.
La
evaporación, es decir la sudoración, es la que permite al cuerpo rebajar hasta
un 20% el calor corporal, pero las condiciones del entorno también influyen, ya
que, si hay un alto nivel de humedad ambiental, este proceso se ve mermado.
Cada gramo de agua evaporada supone una pérdida de 0,58 calorías y, si hay una
sudoración abundante, la persona puede llegar a perder más de un litro de
líquido
La sudoración.
Sudar es una reacción natural y necesaria del organismo que sirve para regular
la temperatura corporal. Existen situaciones que aumentan la producción de
sudor como una patología, el estrés o hábitos de vida inadecuados.
La importancia de no descuidar
la alimentación en verano.
Durante
el verano se producen muchos cambios en nuestra rutina diaria. Con las
vacaciones llevamos una vida más relajada y el tiempo no cuenta tanto como en el
resto del año. Pero precisamente esta relajación hace que descuidemos en muchos
casos nuestra alimentación.
Es
importante no perder las buenas costumbres y hábitos que hemos ido adquiriendo
a lo largo del año, pues en verano nuestro cuerpo sigue funcionando como
siempre y es imprescindible
no romper su rutina en cuanto a horas de comidas, alimentos... Eso
sí, en verano no apetece comer algunos alimentos concretos, por lo que os vamos
a dar algunos consejos para seguir sanos en verano.
Normalmente
en esta época nos acostamos más tarde, por lo que nos levantamos más tarde
también. A pesar de esto no hay que dejar de desayunar. Es importante ingerir alimento nada más
levantarnos para activar nuestro metabolismo y conseguir que
trabaje mejor a lo largo de la jornada. Eso sí, no olvidar hacer un desayuno
sano en el que no falte la fibra y los cereales que nos dotarán de energía para
afrontar las numerosas actividades que llevaremos a cabo a lo largo del día.
En
verano nuestro cuerpo nos pide alimentos
frescos como frutas, verduras, vegetales... Unos requerimientos
muy saludables pero que deben acompañarse de otro tipo de alimentos, pues no
debemos descuidar nuestro aporte
equitativo de nutrientes. Es importante que ingiramos alimentos
ricos en proteínas como pescados o carnes blancas para evitar las digestiones
pesadas y el alto aporte calórico que lo único que hace ahora es aumentar
nuestra temperatura.
No
hay que olvidar que el calor hace que nuestra transpiración aumente con lo que
perdamos más cantidad de minerales que reponemos con la ingesta de líquidos, por lo que en
verano esta debe aumentar. Para ello un buen aliado puede ser la fruta que la
podemos comer entera, en zumos, en batidos... Además, las verduras ayudan, y
las podemos ingerir en forma de gazpacho o ensalada. Unos platos fáciles y
rápidos de preparar para una época en la que apenas nos apetece cocinar.
En
verano el mejor refresco
es el agua que debe ingerirse de forma abundante. Es mejor
dejar de lado las bebidas azucaradas que no nos refrescan y encima tienen un
alto aporte calórico. Una buena forma de refrescarnos es mediante la ingesta de
helados,
que es el producto estrella del verano y actualmente podemos encontrarlos de
todo tipo, aunque los más aconsejables son los sorbetes de frutas, que
contienen grandes dosis de agua, y todos los beneficios de la fruta con muy
poco aporte calórico.
Ante
todo, el verano es tiempo
de excursiones en las que solemos comer un bocadillo que no
tiene por qué no ser saludable, pues, para empezar, el pan lo podemos consumir
integral que nos aportará más fibra. Podemos comer alimentos como pavo, atún,
pollo... Que nos aportan proteínas de gran calidad, y lo podemos acompañar con
vegetales como la lechuga o el tomate, que además de complemento son una gran
fuente de vitaminas.
A
partir de ahora el verano no es una excusa para descuidar nuestra dieta, pues
podemos disfrutar igualmente del buen tiempo alimentándonos de forma correcta y
no perder el trabajo que hemos ido haciendo a lo largo de todo el año.
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