ཨོཾ་མ་ཎི་པ་དྨེ་ཧཱུྃ།

sábado, 19 de agosto de 2017

Gracias, India




Día 15 de Agosto 2017. Un día para celebrar algo muy, muy, muy especial por muchísimas razones:

-Aunque nació en lo que ahora es Nepal, prácticamente la totalidad de la vida de Buda se desarrolló en la India.
-Al abandonar el palacio en el que vivía, quien llegaría a convertirse en el Buda no buscó la solución al sufrimiento en antiguas escrituras, chamanes ni sacerdotes, sino que siguió el camino de los grandes santos y gurús espirituales de la India: Convertirse en un yogui meditador errante.

-Unos 400 años después de Buda (unos 200 antes de Cristo) las enseñanzas experimentaron un resurgimiento inmenso gracias al emperador Ashoka, que de la noche a la mañana pasó de ser un invasor cruel y sanguinario a abandonar por completo la violencia y promover todo tipo de monumentos y leyes a favor del budismo.

-El budismo y todas las profundas enseñanzas y prácticas inspiradas en los antiguos Tantras indios (naciendo lo que ahora conocemos como Vajrayana o simplemente “budismo tibetano”) llegaron al Tíbet por primera vez de la mano de Padmasambhava, nacido -surgido de una flor de loto, según cuenta la historia- en un lago del río Swat, en la actual Pakistán. En realidad Pakistán nunca existió como país hasta 1947, por lo que podemos considerar que Padmasambhava también era indio.

-Casi la totalidad de las filosofías, escuelas de pensamiento, fundamentos, etc. que el budismo tibetano tiene como pilares básicos fueron los que se enseñaron durante siglos y siglos en la universidad monástica de Nalanda, en la India, de la que salieron muchos de los grandes maestros de la historia del budismo tántrico.

-Los ofrecimientos que los budistas tibetanos presentamos en nuestro altar (agua para beber, agua para lavarse los pies, flores, incienso, luz, perfume, comida y música) son los mismos ofrecimientos que se ofrecían a las visitas importantes en la antigua India.
-Cuando en el año 1000 el budismo en Tíbet estaba en decadencia y existía gran confusión sobre la doctrina de Buda, fue un indio, el gran maestro Atisha Dipamkara, quien dedicó gran parte de su vida al gran resurgimiento del budismo en Tíbet.

-India no sólo es el país que acogió con los brazos abiertos a todos los refugiados cuando el ejército chino invadió Tíbet en 1959, sino que casi 60 años después, todavía lo sigue haciendo. Tanto entonces como en la actualidad, cualquier ciudadano tibetano que cruce la frontera y llegue a la India alegando motivos políticos, recibe asilo y es aceptado en calidad de refugiado.

-Los primeros asentamientos tibetanos en el exilio, los campos de refugiados, la residencia del Dalai Lama así como traslados, logística o seguridad personal como jefe de estado (incluso cuando hace años que dejó de serlo), los terrenos en los que se reconstruyeron los monasterios, instalaciones del gobierno tibetano en el exilio, escuelas para niños refugiados, etc. e incluso las infraestructuras necesarias para celebrar eventos multitudinarios como las iniciaciones de Kalachakra, corren por cortesía del gobierno indio.

 
El 15 de agosto de 1947, hace hoy 70 años, la India volvía por fín a ser un país independiente después de un siglo de ocupación comercial, cultural y militar de la Compañía Británica de las Indias Orientales, una empresa privada al servicio del imperio británico, todo ello gracias a los inmensos esfuerzos de un ser extraordinario: Mohandas Karamchand Gandhi, más conocido como el Mahatma (“alma grande”), desde entonces ejemplo y símbolo mundial de la no-violencia, el respeto, la paciencia, el vegetarianismo, la autosuficiencia económica y un sinfin de valores admirables.

Por todo ello, por tanta sabiduría, por tanta santidad, por tantos colores, olores, sabores y sonidos, por tu ejemplo, por tu inspiración, por tu infinita generosidad, por todo ello y mucho más, GRACIAS, INDIA

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