El día de Navidad es el 25 de diciembre, cuando se conmemora el Nacimiento
de Jesucristo en Belén según los evangelios de San Mateo y San Lucas. Después
de la Pascua de Resurrección es la fiesta más importante del año eclesiástico.
Como los evangelios no mencionan fechas, no es seguro que Jesús naciera ese
día. De hecho, el día de Navidad no fue oficialmente reconocido hasta el año
345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianceno se
proclamó el 25 de diciembre como fecha de la Natividad.
De esta manera seguía la política de la Iglesia primitiva de absorber en
lugar de reprimir los ritos paganos existentes, que desde los primeros tiempos
habían celebrado el solsticio de invierno y la llegada de la primavera.
La fiesta pagana más estrechamente asociada con la nueva Navidad era el
Saturnal romano, el 19 de diciembre, en honor de Saturno, dios de la
agricultura, que se celebraba durante siete días de bulliciosas diversiones y
banquetes. Al mismo tiempo, se celebraba en el Norte de Europa una fiesta de
invierno similar, conocida como Yule, en la que se quemaban grandes troncos
adornados con ramas y cintas en honor de los dioses para conseguir que el Sol
brillara con más fuerza.
Edad
Media, Nacimiento y villancicos
Una vez incorporados estos elementos, la Iglesia añadió posteriormente en
la Edad Media el nacimiento y los villancicos a sus costumbres. En esta época,
los banquetes eran el punto culminante de las celebraciones. Todo esto tuvo un
abrupto final en Gran Bretaña cuando, en 1552, los puritanos prohibieron la
Navidad. Aunque la Navidad volvió a Inglaterra en 1660 con Carlos II, los
rituales desaparecieron hasta la época victoriana
Siglo
XIX, Árbol y postales de Navidad
La Navidad, tal como la conocemos hoy, es una creación del siglo XIX. El
árbol de navidad, originario de zonas germanas, se extendió por otras áreas de
Europa y América. Los villancicos fueron recuperados y se compusieron muchos
nuevos (la costumbre de cantar villancicos, aunque de antiguos orígenes,
procede fundamentalmente del siglo XIX). Las tarjetas de navidad no empezaron a
utilizarse hasta la década de 1870, aunque la primera de ellas se imprimió en
Londres en 1846.
Santa
Claus y el Espíritu de Navidad
La familiar imagen de Santa Claus, con el trineo, los renos y las bolsas
con juguetes, es una invención estadounidense de estos años, aunque la leyenda
de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en parte de San Nicolás y una
jovial figura medieval, el espíritu de navidad. En Rusia lleva tradicionalmente
un cochinillo rosa bajo el brazo.
Navidad Hoy día
Actualmente, la Navidad es tiempo de gran actividad comercial e intercambio
de regalos, reuniones y comidas familiares.
En Occidente se celebra la Misa del gallo en iglesias y catedrales. En los
países de América Latina, de arraigada tradición católica, se celebra
especialmente la Nochebuena (24 de diciembre) con una cena familiar para la que
se elaboran una diversidad de platos, postres y bebidas tradicionales.
También se acostumbra asistir a la Misa del gallo y celebrar con cohetes y
fuegos artificiales.
Misa del Gallo es el final de un largo cúmulo de celebraciones propias de
la vigilia del solsticio de invierno, a imagen y semejanza de la vigilia del
solsticio de verano, la de San Juan. Es una fiesta solar en la que en su día el
fuego jugó un papel primordial, igual que en la vigilia de San Juan. El que
esta celebración acabase siendo una Misa, es un triunfo de la disciplina
eclesiástica sobre la libertad y hasta el libertinaje de las celebraciones
profanas.
La Navidad se celebra litúrgicamente con tres misas: la de
medianoche, la del alba y la del mediodía, que cubren todo el desarrollo de los
festejos navideños. En esta noche en que se celebraba el despertar del sol (es
cuando empieza a alargar el día), no se debía dormir, sino que había que pasarse
toda la noche de fiesta. Con el cristianismo esas fiestas se cristianizaron,
siendo el nuevo eje de la misma Jesús recién nacido.
Otro de los protagonistas de esta misa tan festiva, y que podía llegar a
durar horas, era el gallo, que es el que pudo dar nombre a esta misa. Por
empezar, esta misa no se celebraba a medianoche como ahora, sino al alba. De
hecho, esta celebración antes de llamarse misa, se llamó maitines (el primer
rezo litúrgico, que se hace al rayar el alba), y estaba amenizada con el canto
del gallo (uno solo) que se llevaba a misa con este objetivo. Cada canto del
gallo era celebrado con gran jolgorio y alborozo. En estas singulares misas
hasta se comía y se bebía, bajo la vigilante mirada del sacerdote, que presidía
la "misa" y procuraba introducir en ella todos los elementos
religiosos que era posible.
Otro nombre que tuvo esta celebración nocturna de la Navidad (y aún se
conserva en las Baleares) es la de Calenda. Se llamaba así a la lectura de las
vidas de los santos importantes que se celebraban a lo largo del año. Estas
calendas en las mayores solemnidades se acompañaban de representación sacra,
cantada y bastante festiva. La de Navidad era la Calenda por antonomasia. De
ahí vino el nombre de calendario, que era el listado de las calendas (es decir
de las fiestas religiosas) del año.
He ahí un recorrido por las formas más arcaicas de la celebración de la
Vigilia de la Navidad, que se fue haciendo cada vez más seria y formal, hasta
convertirse en Misa del Gallo. El apellido de esta misa es el único resto que
nos queda de la antigua informalidad de esta misa, que de hecho era una vigilia
de formato muy honesto, con profunda marca religiosa, que se fue acentuando
cada vez más.
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