Se ha demostrado en una investigación
que un millar y medio de plantas usadas por sus propiedades curativas en la
medicina tradicional están relacionados entre sí, a pesar de haber sido
descubiertas en continentes y épocas diferentes.
Los autores del estudio
analizaron más de 1.500 plantas medicinales de tres continentes y encontraron
que las personas, de modo independiente, han usado a lo largo de la historia
plantas de parentesco cercano para tratar las mismas dolencias. Los científicos
han elaborado un árbol genealógico evolutivo que incluye a éstas y a otras
20.000 especies de plantas. Este árbol filogenético puede ayudar a identificar
más plantas con propiedades medicinales aún sin descubrir.
Los resultados de esta
investigación, realizada por científicos de la Universidad de Reading, Los
Jardines Reales Botánicos en Kew y el Imperial College de Londres, las tres
instituciones en el Reino Unido, podría mejorar la tasa de éxito de empresas
que buscan nuevos tratamientos biomédicos que sean económicamente valiosos.
Como existen decenas de miles de especies de plantas medicinales, identificar
las que contienen principios activos aún no catalogados y de utilidad potencial
para elaborar medicamentos, es un proceso costoso que requiere de mucho tiempo.
Tal como señala Vincent Savolainen
del Imperial College de Londres, coautor del nuevo estudio, esta labor de
buscar plantas usadas en la medicina tradicional para extraerles sus principios
activos no debería realizarse como una especie de saqueo. "Nosotros, los
científicos, tenemos un deber que cumplir con la gente que descubrió los
efectos beneficiosos de esas medicinas tradicionales", afirma Savolainen.
Muchos países se han adherido al Convenio Internacional sobre la Diversidad
Biológica, que exige que las personas y empresas que identifiquen principios
activos no oculten ni menosprecien los orígenes geográficos de las sustancias
por ellos identificadas. "Se podría hacer aún más para cumplir con esto,
como por ejemplo compartir con el país de origen del remedio herbal los beneficios
económicos logrados con el medicamento ideado a partir de él", propone
Savolainen.
Planta medicinal de Nueva Zelanda. (Foto:
Andrew Clarke, University of Warwick)
Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente una cuarta parte
de los medicamentos modernos son de origen vegetal, y muchos productos
farmacéuticos se obtienen a partir de plantas que primeramente fueron usadas en
la medicina tradicional.
"En los últimos años, no se ha tenido en cuenta lo suficiente a la
medicina tradicional en la investigación sobre el descubrimiento de nuevas
plantas medicinales y productos farmacéuticos", denuncia Haris
Saslis-Lagoudakis, de los Jardines Reales Botánicos en Kew y otro de los
autores del estudio. "Resulta fascinante demostrar que el conocimiento
tradicional que ha sido recopilado a través de siglos por comunidades locales
de todo el mundo podría tener la clave para la cura de enfermedades de la actualidad".
En el estudio también ha trabajado Julie Hawkins, de la Universidad de
Reading.
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