ཨོཾ་མ་ཎི་པ་དྨེ་ཧཱུྃ།

jueves, 4 de noviembre de 2010

La importancia de un abrazo



Un abrazo debe ser una expresión amorosa y respetuosa hacia los demás, en la que nuestro interés está en expresarnos de forma honesta. Podemos darlo o podemos recibirlo y, en últimas, hacer las dos cosas al tiempo.

Podemos darlo cuando nos llenamos de una emoción por algo que nos desborda de dicha y necesitamos así poder reciclarnos con otro incluso hasta que nos contengan como puede ser en el momento de gol de nuestro equipo preferido, o al recibir una excelente noticia, o al ganar una competencia.

El caso es que estamos tan llenos de gozo, que queremos dar lo mejor de nosotros en ese instante y casi cualquier persona que lo reciba es adecuada. Así sabemos que somos portadores de una energía desbordada y darla nos hace bien. Lo mismo le sucederá a quien lo recibe. A veces, en estado de tristeza, desconsuelo, pérdida, o dolor emocional o físico, llenos de abatimiento y desolación, recibir un abrazo real y sentido es más reconfortante que una medicina, más ecológico y económico que cualquier gasto de energía.

Los resultados pueden ser espectaculares. En este caso hay que estar dispuestos a dejarnos contener por el otro y a recibir lo que su ser nos proporciona, como su confianza, seguridad, fortaleza, protección y, sanación.

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