ཨོཾ་མ་ཎི་པ་དྨེ་ཧཱུྃ།

martes, 1 de junio de 2010

El Camino de la Vida o Leyenda Personal


Quería haceros llegar un extracto del libro cuyo título es: "Dime qué te duele y te diré por qué" El autor es MICHEL ODOUL. leerlo con tranquilidad y analizando cada paso, os daréis cuenta que habrá valido la pena.

“El Camino de la vida " es una especie de hilo conductor que todo ser humano sigue a lo largo de su existencia. Podemos compararlo al escenario de una película o a un libro de ruta. Avanzamos por este camino utilizando un vehículo particular que es nuestro cuerpo.
Los orientales nos proponen una imagen muy interesante para este vehículo y este " Camino de la Vida”. Somos, dicen ellos, como un Carruaje, un carruaje que representa nuestro cuerpo físico y que circula por un camino que simboliza la vida o mejor dicho " El Camino de la Vida ".Veamos hasta donde podemos llevar esta imagen.

El camino por el que circula el Carruaje es un camino de tierra, como todos los caminos de tierra tiene matojos, agujeros, baches, piedras, roderas, y fosos a cada lado. Los agujeros, baches y las piedras son las dificultades, la más o menos suerte en nuestra vida. Las roderas son los esquemas ya existentes que nosotros retomamos de otros y que reproducimos. Los fosos laterales más o menos profundos, representan las reglas, los límites a no sobrepasar sino queremos accidentarnos. Este camino tiene curvas que impiden la visibilidad o trampas con zonas de niebla o tormentas...esto son las fases de nuestra vida donde nos sentimos inmersos en una especie de niebla donde tenemos dificultades para avanzar y donde no podemos actuar anticipadamente porque no podemos " ver claro"
Este " Carruaje" está tirado por dos caballos, uno blanco (Yang) que se encuentra a la izquierda y uno negro (Yin) a la derecha. Estos caballos simbolizan nuestra emociones, cosa que demuestra hasta qué punto son ellas las que tiran de nosotros (miremos hacia atrás en nuestra vida).
El carruaje está conducido por un "Cochero " que representa nuestra fuerza mental, nuestro Consciente.
El Carruaje tiene cuatro ruedas dos delante (los brazos) que asumen la dirección o mejor dicho aplican la orden del Cochero a los Caballos, y dos ruedas detrás (las piernas) que llevan y transportan la carga (por eso siempre son más gruesas y grandes que las de delante)
En el interior del Carruaje hay un pasajero al que no vemos, se trata del Maestro o Guía Interior de cada uno de nosotros, de nuestro NO-CONSCIENTE, de nuestro Consciente Holográfico. Los cristianos lo llaman " Ángel de la Guarda”.
Nuestro Carruaje personal avanza pues en este camino de la vida, dirigido aparentemente por el Cochero, y digo bien aparentemente, pues aunque es él quién lo conduce, la orden viene del pasajero del interior y quién decide el destino del Carruaje.
El Cochero, que es nuestra mente conduce pues el Carruaje, de la calidad de su atención y de su conducción (firme pero suave) va a depender la calidad y confort del viaje (la existencia)
Si brutaliza a los Caballos (emoción) y los molesta estos pueden ponerse nerviosos y desbocarse en cualquier momento y provocar un accidente al Carruaje de la misma forma que nuestras emociones nos conducen a veces a actos irracionales o peligrosos.
Si el Conductor está demasiado relajado, si le falta atención, el Carruaje va a pasar por las roderas ya marcadas (reproducción de esquemas y patrones familiares, por ejemplo) y seguiremos entonces el rastro de otros, corriendo el riesgo de ir hacia el foso como ellos si lo han hecho. De la misma forma si no pone atención, el Cochero no sabrá evitar los agujeros y baches, los matojos (golpes, errores de la vida, etc.) y el viaje será muy poco confortable para el Carruaje (cuerpo físico) el Cochero (consciencia- mente) y para el Maestro o Guía interior (no consciente).
Si se duerme no controla las riendas, serán entonces los Caballos (emoción) quienes dirijan el Carruaje. Si el caballo negro es más fuerte (porque lo hemos alimentado mejor) el Carruaje va a desviarse hacia la derecha y estará guiada por las imágenes emotivas maternales. Si es el Caballo blanco es al que mejor tratamos y quién domina, vamos a desviarnos hacía las representaciones emotivas paternales.
Si el conductor conduce demasiado deprisa, fuerza demasiado, como hacemos a veces, o si los caballos se desbocan, es el accidente el que para más o menos violentamente todo el Carruaje y con más o menos desperfectos ( accidentes y traumatismos)
A veces una rueda o una pieza del Carruaje se estropea ( enfermedad) sea porque es frágil o porque ha pasado por demasiados baches del camino ( acumulación de comportamientos, actitudes inadecuadas ) Entonces hay que reparar y según la gravedad de la avería podremos hacerlo nosotros mismos ( reposo, cicatrización...) o acudir a expertos ( terapias alternativas) y si es más grave (medicina moderna).Pero será muy importante tener en cuenta de no sólo cambiar la pieza averiada, es esencial reflexionar en la conducta del Cochero y la forma en que vamos a cambiar nuestro comportamiento, nuestra actitud delante de la vida, si no queremos que se reproduzcan las averías.
A veces el carruaje atraviesa zonas de poca visibilidades decir que no vemos realmente a donde vamos, se puede tratar de una simple curva, podemos verla prepararnos antes de llegar a ella, debemos pues ralentizar ver hacia qué lado gira el camino y seguir la curva cogiendo fuertes los Caballos ( controlar por ejemplo nuestras emociones cuando vivimos una fase de cambio querido o sufrido ) Cuando se trata de niebla o tormenta, entonces nos resulta más difícil de conducir nuestro Carruaje, debemos hacerlo intuyendo ralentizando la velocidad y fiándonos de los bordes más cercanos del camino ,fiarnos absolutamente de esos fofos laterales ( leyes naturales, reglas de tradición, fe ,etc.) y del Maestro o Guía Interir ( no consciente ) que elija el camino. Son las fases de la vida en que nos sentimos perdidos (en la niebla) y en que no sabemos a donde vamos. En este momento en que no podemos hacer más que dejar que la vida nos muestre el camino.
A veces llegamos a cruces de caminos, si no está bien indicado, no sabemos qué dirección tomar, el Cochero (la mente, el intelecto) puede tomar una dirección al azar, el riesgo de equivocarse de perderse es alto, porque el cochero está seguro de sí mismo, convencido de conocer y controlar todo, cuanto más quiera y piense saber la dirección a tomar más grande será el riesgo. Nos encontramos entonces en el reino de la " Tecnocracia Racionalista ", donde la razón y el intelecto creen poder resolverlo todo, pero si al contrario el Cochero es humilde y honesto consigo mismo consultará al pasajero interior ( Maestro o Guía interior ) éste sí sabe a dónde va, conoce el destino final y podrá indicar al Cochero , si éste es capaz de escuchar, y tomará el destino indicado por el Guía interior
A menudo el Carruaje hace mucho ruido en el trayecto y el Cochero no oye al Guía entonces es necesario pararse para poder dialogar con el Maestro, son las pausas, los retiros que hacemos para reencontrarnos ya que a veces nos perdemos.
He aquí una imagen sencilla pero que representa muy bien lo que es El Camino de la Vida, gracias a ella podemos comprender fácilmente de qué forma las cosas pasan en nuestra vida y que la pueden hacer derrapar.

1 comentario:

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    Saludos cordiales y felices Navidades
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