ཨོཾ་མ་ཎི་པ་དྨེ་ཧཱུྃ།

sábado, 1 de abril de 2017

Dieta adecuada para la primavera




Las estaciones del año significan un cambio en el clima y las condiciones del entorno, algo que afecta a nuestro organismo mucho más de lo que pensamos, por ello es necesario que nos adaptemos a las nuevas condiciones, y la dieta es una manera de lograrlo. Queremos mostrar una dieta adecuada para la primavera y la infinidad de cambios que acontecen y que nos pasan factura en forma de alergias, resfriados, dolores de cabeza… 

La primavera es época de astenia y sensación de fatiga, algo que debemos remediar mediante la ingesta de alimentos frescos que nos carguen las pilas y nos aporten las cantidades de vitaminas que necesitamos en esta época del año, por ello las frutas y verduras ocuparán un lugar importante en nuestra dieta. Pero para ser más exactos vamos a dar algunos ejemplos de alimentos adecuados para comer a una determinada hora del día.

Para el desayuno os recomendamos la ingesta de alimentos ricos en hidratos de carbono, sobre todo cereales integrales que son mucho más saludables y beneficiosos para el organismo. Las sustancias excitantes como el café o el té no son muy recomendables, ya que lo mejor es optar por sus variedades sin cafeína o teína. La ingesta de zumo y frutas es esencial, sobre todo los cítricos para dotar al organismo de la vitamina C que necesita y más en esta época en la que el organismo necesita un refuerzo extra de vitaminas.

La hora de la comida debe ser un momento en el que las verduras y los vegetales deben reinar, ya que es necesario que mantengamos el organismo depurado mediante la fibra que estos alimentos nos brindan, así como las vitaminas necesarias para poder hacer frente a las alergias de la primavera. Las podemos comer en forma de ensalada, puré o cocidas. Junto a esto ingeriremos proteínas de origen vegetal a través de las legumbres y animales como el pescado fundamentalmente y de carne de aves como el pollo o el pavo. La fruta no debe faltar, y el café es recomendable que lo sustituyamos por infusiones relajantes sin sustancias excitantes.

La cena debe ser ligera y cargada de vitaminas al igual que el resto de las comidas del día. Para lograrlo consumiremos una ensalada, un consomé de verduras… Podemos además acompañarla con proteínas de origen animal como el pescado. La cena debe realizarse por lo menos dos horas antes de acostarnos y en ella no debe faltar la fruta, que tiene que ser una constante a lo largo del día, así como los vegetales. El agua es también fundamental para mantener las vías respiratorias hidratadas. Entre horas podemos comer fruta para quitar el hambre y así cargar nuestras reservas de vitaminas.

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